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  • Contraloría investiga posible omisión de Harold Caballeros en su declaración de probidad

    Contraloría investiga posible omisión de Harold Caballeros en su declaración de probidad

    La investigación fue iniciada a raíz de la publicación de Plaza Pública, Univisión y El Faro, sobre la estructura de offshore propiedad de Caballeros y su familia, la que el mismo Caballeros admitió no haberla incluido en su declaración de probidad cuando fue Canciller en 2012.

    La Contraloría General de Cuentas de la Nación (CGC) inició el pasado 16 de mayo una investigación de oficio al excanciller Harold Caballeros, para determinar si en su declaración de probidad presentada a esa institución en enero de 2012 —y que Caballeros dijo a Plaza Pública no recordar haber entregado—, tras ser juramentado como Ministro de Relaciones Exteriores, omitió incluir las empresas offshore que junto a su esposa e hijos posee en Panamá y las Bahamas.

    El subcontralor de Probidad de la CGC, Fernando Fernández, dijo a que la investigación de las cuentas y bienes del excanciller, fue iniciada una semana después de la publicación de Plaza Pública, que revelan la estructura de offshore propiedad de Caballeros y su familia, bajo la sombrilla de la iglesia cristiana El Shaddai.

    El funcionario explicó que la Contraloría sólo cuenta con 26 auditores para corroborar las declaraciones de probidad de todos los funcionaros públicos que por ley están obligados a presentarla. “Nosotros hacemos las verificaciones selectivamente. No nos damos abasto. La obligación sería revisar todas, pero no tenemos suficientes auditores”.

    La declaración de probidad de Caballeros, señaló Fernández, debió auditarse en enero de 2013, cuando el expastor renunció a la Cancillería, pero no fue posible debido a la falta de personal. “A Harold Caballeros no le tocó (ser auditado)… hasta ahora”, precisó el subcontralor. La investigación, agregó, se extenderá por al menos dos meses, y de llegarse a comprobar que el excanciller no declaró todos sus bienes, la CGC deberá presentar la denuncia correspondiente en el Ministerio Público (MP).

    La investigación se extenderá por al menos dos meses, y de llegarse a comprobar que el excanciller no declaró todos sus bienes, la CGC deberá presentar la denuncia correspondiente en el Ministerio Público (MP).

    Según el artículo 24 de la Ley de Probidad y Responsabilidades de Funcionarios y Empleados Públicos, la Contraloría tiene la obligación de verificar las declaraciones juradas patrimoniales de los funcionarios luego de que éstos cesen en el cargo. La omisión o inexactitud de los datos consignados en las declaraciones de probidad, según la ley, constituye una falta administrativa, que implica una sanción del pago del 100% del salario (un aproximado de Q40 mil).

    La Fiscalía de Delitos Administrativos del Ministerio Público, informó que investigará al exfuncionario sólo si la Contraloría General de Cuentas presenta una denuncia en su contra.

    La información sobre las offshore de Caballeros y su familia, fue conocida luego de que Plaza Pública, junto con Univisión y El Faro, publicaran un reportaje sobre los bienes ocultos del expastor, con base en los archivos confidenciales del bufete panameño Mossack Fonseca, revelados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).

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    Previó a la publicación del reportaje, Plaza Pública cuestionó a Harold Caballeros sobre la declaración de sus empresas offshore al asumir como Ministro de Relaciones Exteriores en 2012. En esa ocasión, dijo no recordar si entregó su reporte de probidad. Luego en una entrevista en Canal Antigua aseguró que no presentó su declaración, incluso indicó que acordaron con los demás miembros del Gabinete no entregar la declaración patrimonial por temor a que la información fuera filtrada. El excanciller manifestó que estaba dispuesto a recibir las sanciones impuestas a la falta. Pero según datos de la Contraloría, el 21 de febrero de 2012, con el número 139,370 quedó registrada su declaración patrimonial, y el 28 de enero de 2013 dio su declaración de cierre.

    Este pasado 16 de mayo, cambió de posición, y aseguró que no incurrió en ningún delito al no incluir sus offshore en su declaración de probidad. El excanciller tiene registradas en Guatemala nueve sociedades anónimas; y junto a su esposa y su hijo, Harold Caballeros Arimany, suman 18 empresas. La estructura de la iglesia El Shaddai aglutina una universidad, 27 estaciones de radio y 19 colegios (según información del mismo Caballeros). Los documentos de Mossack Fonseca no revelan los flujos de dinero de sus empresas, pero consignan un registro de activos o aumentos de capital de dos millones de dólares entre dos empresas.

    Este pasado 16 de mayo, Caballeros cambió de posición, y aseguró que no incurrió en ningún delito al no incluir sus offshore en su declaración de probidad.

    El subcontralor Fernández aclaró que los bienes de Harold Caballeros Arimany no serán objeto de auditoría por ser mayor de edad, ya que la ley establece que en la declaración de probidad sólo se consigna la información financiera propia, la del cónyuge y los hijos dependientes. Los bienes de su esposa, Cecilia Arimany, sí deben aparecer en la declaración patrimonial.

    Si como resultado de la investigación de la CGC se encuentran inexactitudes en la declaración de probidad, el monto declarado no coincide con sus bienes reales, o se detectan alguna otra irregularidad, Caballeros será notificado y se le pedirá que aclare las dudas. Luego, la Contraloría presentará una denuncia en el Ministerio Público (MP).

    La semana pasada, la fiscal general, Thelma Aldana, anunció la creación de una agencia especial del MP, que estará adscrita a las fiscalías de Lavado de Dinero y Extiinción de Dominio, para determinar si las personas o empresas relacionadas con los #PanamaPapers están implicados en posibles hechos criminales.

    Cambios a la ley de probidad

    La Ley de Probidad fue decretada en 2002 con el objetivo de transparentar el ejercicio de la administración pública. Se estableció el mecanismo de control patrimonial de los funcionarios y empleados públicos durante el ejercicio de sus cargos, con el fin de evitar el enriquecimiento ilícito, desvío de los recursos, bienes, fondos y valores públicos en perjuicio de los intereses del Estado.

    Eddie Cux, abogado del Centro de Asistencia Legal Anticorrupción de Acción Ciudadana, ve con preocupación que la CGC, el órgano rector del control gubernamental no tenga la capacidad de auditar a los funcionarios. El experto cree que mientras no incrementen el número de auditores, deberían realizar una investigación previa de los empleados públicos. Esto les permitirá tener un análisis de riesgo y determinar a quiénes revisar con mayor profundidad. “Ellos son el primer filtro, los encargados de lanzar la alerta a las autoridades judiciales, pero nos damos cuenta que su sistema de verificación no está funcionando”.

    Por su parte, el abogado constitucionalista Alejandro Balsells opina que no es un problema de falta de recurso humano, sino de prioridades. “La Contraloría no puede usar como excusa el no tener suficientes auditores. Estoy de acuerdo en que no se puede revisar a todos los empleados públicos, pero los Ministros son prioridad. Ellos deben ser auditados sin excepción alguna”.

    Entre las reformas que plantea el analista de Acción Ciudadana, está el hacer pública las declaraciones de probidad para que la ciudadanía pueda fiscalizar a los empleados gubernamentales. La propuesta ha recibido negativa de los funcionarios que aducen el problema de seguridad y temor de ser extorsionados si se publica su información financiera. Otro cambio que propone Cux es ampliar el rango de quienes tienen obligación de presentar su declaración patrimonial, que en la actualidad no aplica a los empleados contratados por servicios profesionales bajo el renglón 029. 

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  • De caballeros con ce minúscula

    Hace ya más de un siglo, Max Weber realizó un exhaustivo estudio sobre la vinculación entre la fe protestante y el desarrollo del sistema capitalista. La prosperidad material se constituía en señal de una salvación que había estado predestinada desde siempre. Parece que Harold Caballeros distorsionó esta tesis, a juzgar por las revelaciones que brindan los papeles de Panamá.

    Así pues, es interesante reflexionar sobre las acciones de este personaje, quien no solo funge como pastor de una Iglesia evangélica, sino que además fue candidato a la presidencia. Tanto para sus votantes como para sus feligreses, este ha sido un duro golpe. Sin duda es difícil aceptar que alguien visto como el elegido de Dios o como un político honrado esté involucrado en estos escándalos financieros. Y es que, lamentablemente, o todos los involucrados en estos negocios son culpables, que de hecho sabemos que lo son, nos guste o no, o todos son inocentes. No hay de dónde asirse. Aunque duela, aunque cueste creerlo, la verdad es la verdad.

    En este sentido, reconozco que no me sorprende para nada que el nombre de Harold Caballeros haya aparecido ligado a estos documentos. Y no porque particularmente haya conocido algún dato de su vida anterior a esta mención, sino porque, en términos generales (y he aquí tal vez una falsa generalización, que según los resultados obtenidos no resulta ni tan general ni tan falsa), parece ser que algunos de quienes en este país poseen mucho dinero siempre quieren más y realizan diversas acciones, incluso cuestionables desde el punto de vista legal, solo para incrementar de manera acelerada sus ganancias.

    Lo que sí no deja de sorprenderme y a la vez me genera gran indignación es ver cómo en nuestra sociedad persiste la actitud violenta, vociferante, abusiva y prepotente de quienes, como Harold Caballeros y algunos de sus seguidores, creen estar más allá del bien y del mal. En lugar de tratar de disculparse o de mostrar las pruebas contundentes que lo exculpen (no sé, de tener una actitud, digamos, mínimamente digna), el excanciller empezó por atacar e incluso amenazar a quienes han difundido las noticias o han realizado comentarios al respecto. Ello demuestra el enorme atraso educativo en el que vivimos (recordemos que en Islandia la sola mención en estos documentos fue suficiente para que renunciara de su cargo el primer ministro), la tergiversación de valores y, sobre todo, la impunidad con que actúan quienes, escudados en sus posiciones de poder, se sienten tan importantes que consideran que sus acciones pueden estar por encima de la ley.

    Estoy casi segura de que, como suele suceder en Guatemala y en otros países donde se ha dado el mismo fenómeno, al final ocurrirá lo mismo de siempre. Imagino, por ejemplo, la escena en la televisión, en un campo pagado: saldrá el pastor y dirá que efectivamente hizo lo que se dice que hizo, pedirá perdón, pondrá un gesto compungido, derramará algunas lágrimas y, para justificar sus acciones, dirá que el demonio, no sabe cómo, lo tentó y que él cayó en esos tentáculos del mal. Sus seguidores le creerán, lo apoyarán por su arrepentimiento y seguirán tan contentos como si nada hubiera ocurrido. O, mejor aún, estarán más regocijados que antes porque la oveja que salió del redil regresó al rebaño. Bueno, quizá este melodrama al mejor estilo de las telenovelas mexicanas serviría para calmar las almas ingenuas. Pero para otras, como la mía, lo único satisfactorio sería que se aplicara la ley. Que, además, hubiera una sanción moral y social. Que los guatemaltecos ya no siguiéramos actuando como si fuéramos los tontos de quienes los inescrupulosos se aprovechan para beneficiarse a sí mismos de manera poco ética.

    Me gustaría que la ley se aplicara por igual para todos, sin distinciones ni terrenales ni aparentemente divinas.

  • Más allá del escándalo

    La prensa no podrá quejarse por falta de noticias. Guatemala sigue siendo hoy en día una fuente inagotable para quienes persiguen la nota asociada a la intriga política o a los poderes fácticos. Así, antes de que transcurriera la mitad de esta semana, una empresa intervenida por evasión fiscal y otros delitos decide ponerse al día con el fisco y de un solo golpe realiza un pago de 800 millones de quetzales. Poco más de 100 millones de dólares que cubren la brecha fiscal de un año y dejan un poquito de reserva.

    Si se analiza al tenor de la crisis en la cobertura de servicios vitales como la salud, resulta perverso, criminal en un sentido más grave que el simple escamoteo de ganancias. La empresa de marras, Aceros de Guatemala, reunió el monto depositado y dispuso de los recursos para ponerse al día con el fisco. Si todas las empresas que evaden y eluden el pago de impuestos hicieran lo mismo, empezaríamos a contar con recursos para que el Estado prestara servicios básicos tales como salud, educación y vivienda, entre otros, con eficiencia.

    Sin embargo, no será una posibilidad en el corto plazo. Los entes que encuentran resquicios para escamotear el pago de impuestos en proporción a sus ganancias tienen compañía con las entidades que gozan de exenciones. Tal es el caso de las Iglesias de toda denominación, que están exentas del pago de impuestos, al igual que las empresas educativas en secundaria y las universidades, así como las entidades de presunta beneficencia que disfrazan los ingresos por la vía del lucro en empresas de distinta índole.

    De ahí que la otra noticia bomba en la semana haya sido la del excanciller y pastor protestante Harold Caballeros y su sitial de honor en el escándalo de los #PanamaPapers. Un reportaje publicado por Plaza Pública y El Faro puso al descubierto la existencia de empresas de cartón que contribuían a evadir impuestos a una fortuna nacida de la elusión. Diezmos y donaciones a la Iglesia El Shaddai, que ofrecía relación expresa con el cielo, volaban a Panamá a saltar entre carpetas a fin de llegar a su destino: el fondo de retiro del exfuncionario del gobierno de Otto Pérez Molina.

    Probablemente el político en retirada imaginó que su nombre no saldría a luz pública. De esa suerte, al verse tan claramente reflejado en el reportaje, rompió en pánico y luego en ira. A tal grado que trató a la reportera principal, Alejandra Gutiérrez Valdizán, como si fuera su subordinada o una de sus feligresas e intentó intimidarla. La reacción del público no se ha hecho esperar, y desde el mismo gremio se plantearon las acciones de respaldo a la actividad periodística y a la revelación de los hechos que analiza la nota en cuestión.

    Casi al mismo tiempo, el juez de primera instancia del Tribunal B de Mayor Riesgo, Miguel Ángel Gálvez, denunció haber recibido amenazas de muerte. Además de que la sola amenaza a un juzgador es de por sí inaceptable, en este caso adquirió características que levantaron la indignación de amplios y variados sectores de la sociedad. El juez Gálvez es conocido y reconocido por su inquebrantable ejercicio profesional y por su honradez a toda prueba, la cual ha puesto de manifiesto al diligenciar, desde abril de 2015, los procesos judiciales que han surgido de la revelación de las prácticas corruptas del gobierno de Otto Pérez y Roxana Baldetti.

    Así las cosas, la agitación noticiosa durante la semana muestra que hay avances en la generación de conciencia social sobre las consecuencias de la corrupción y la impunidad. No obstante, no alcanza para comprender el sentido de las movilizaciones en los departamentos y el hecho de que esas voces también claman por el efecto destructor de la corrupción, que tolera el desvío de los ríos, entre otros actos criminales. El cambio social iniciado todavía no alcanza para generar sensibilidad respecto a las luchas y movilizaciones sociales desde la provincia. Cuando ese paso se dé y haya una verdadera e inequívoca expresión de solidaridad ciudadana, solo entonces habremos de ser noticia no solo por el escándalo, sino también por la búsqueda de una nueva Guatemala.

  • Evangélicos: religión, política, negocios y poder

    Guatemala es uno de los países con mayor crecimiento de evangélicos, y el auge de estos se remonta a períodos de crisis social y política en los años 1970 y 80. Hay detrás una lógica que vale la pena comprender.

    No fue casualidad que quien llegara a jefe de Estado a través de un golpe de Estado —hoy acusado de genocida—, Efraín Ríos Montt, fuera un conocido evangélico. En este período se incrementó el número de evangélicos en el país, pues, para muchos, esta conversión era también una estrategia de supervivencia que les permitía distanciarse de la católica teología de la liberación, relacionada con la insurgencia. La conversión también sirvió para encontrar esperanza frente a la catástrofe que dejó el terremoto de 1976 y fue una forma de hallar sentido frente a las migraciones del campo a la ciudad. Todo ello, en el marco de una guerra que utilizó el terror como recurso para destruir el tejido social.

    El ser evangélico les sirvió a las clases bajas para buscar consuelo y resignación frente a la difícil vida terrenal (marginación, exclusión, racismo) que sufrían. El consuelo está en saber que esta vida mundana es pasajera, pues el reino de Dios les es prometido para después. Esos son los pentecostales. Pero también existen los neopentecostales. En esta rama se ubica Harold Caballeros, quien resurgió hace unos días del bajo perfil que mantenía luego de haber renunciado como canciller durante el gobierno de Pérez Molina. En 1983, él funda la Iglesia El Shaddai en Guatemala.

    Pentecostales y neopentecostales conviven en una relación dicotómica, distantes pero sincronizados. Este último grupo está dirigido a una clase media y alta con un mensaje distinto: no de resignación, sino más bien uno que invita a hacer uso de la autoridad que Dios les delega para comenzar a construir el reino en la Tierra, ahora en todos los ámbitos de la vida, no solo en la Iglesia —entiéndase política y negocios—. De esta manera justifican la búsqueda del poder político. Para algunos se trata de la búsqueda de legitimación de su posición y del orden establecido.

    En dicho marco se puede entender la relación entre esta religión y la política, y en ella destacan dos personajes: Ríos Montt y el expresidente Serrano Elías, ambos figuras políticas controversiales, con antecedentes religiosos que les brindaban un halo de legitimación. En los últimos años podríamos destacar al mismo Harold Caballeros, quien dejó de ser pastor en 2007 para fundar su propio partido político, Visión con Valores (VIVA), el cual llamó la atención por ser un fenómeno político-religioso que demostró su capacidad de reclutamiento, organización y financiamiento.

    Caballeros, además de contar con una Iglesia que se expande por varios países alrededor del mundo, cuenta con una red de recursos que abarca el sistema educativo —a través de colegios y de una universidad— y medios de comunicación —a través de una cadena de radios e internet—. Ahora también sabemos que tiene otras empresas con fines privados y que desde 1999 es cliente de la famosa firma de abogados del escándalo #PanamaPapers.

    El expastor, político y empresario está muy molesto por el hecho de que esta información se haya hecho pública. Hasta envió un mensaje a la directora editorial de este medio en un tono amenazante. ¿Por qué el miedo a la fiscalización social, al acceso a la información y a la búsqueda de justicia? A ver: el señor es un exfuncionario, por lo que manejó fondos públicos. También acabamos de descubrir que ocultó información en la declaración de bienes que tenía obligación de hacer por ley. Es una figura pública, un líder (como cada quien lo quiera ver). Además, el tema trae a colación la exoneración de impuestos que gozan las Iglesias y los centros educativos —dada su naturaleza supuestamente no lucrativa—. Sin embargo, hay sospechas de abusos de estos privilegios. Y repito lo repetido: tener una offshore no es en sí mismo un delito, pero sí que levanta muchas sospechas, sobre todo cuando su base son paraísos fiscales.

    Una mi amiga siempre dice: «No hagas cosas buenas que parezcan malas».

  • La iglesia offshore de Harold Caballeros

    La iglesia offshore de Harold Caballeros

    Cuentas bancarias, empresas en Bahamas y Panamá, propiedades en Guatemala y Estados Unidos bajo la estructura de la iglesia El Shaddai. Los archivos confidenciales del bufete Mossack Fonseca muestran la bonanza económica del expastor de la iglesia, excanciller y político Harold Caballeros López y su familia.

    El expastor, expolítico, abogado y empresario guatemalteco Harold Caballeros López mantiene desde hace casi dos décadas una estructura financiera offshore, es decir, una serie de empresas y sociedades albergadas afuera de su sede de operaciones, en Bahamas a nombre de su iglesia cristiana El Shaddai, que fundó en la capital  de Guatemala en 1982.

    Caballeros y su esposa, Cecilia Arimany, también pastora, son clientes del bufete panameño Mossack Fonseca al menos desde enero de 1999, cuando se creó Apostolic Ministries International Ltd, una sociedad domiciliada en ese país caribeño y en la que ambos fueron nombrados como directores.

    Se constituyó la empresa, explica el ahora expastor —alejado de la vida política pública después de su carrera como candidato presidencial y como canciller— para gestionar las misiones que la iglesia el Shaddai expandía internacionalmente: “Portugal, Aruba, España…”. El fin era “agilizar la mecánica diaria”, abrir cuentas de bancos y recibir el dinero de las iglesias, explica Caballeros en una entrevista telefónica.

    El nombre del excandidato presidencial por el partido Visión con Valores (VIVA), en las elecciones de 2011, aparece repetidamente en los archivos confidenciales del bufete a los que tuvieron acceso el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés) y Univision Noticias y,  elFaro.

    Desde finales de los 80 Harold Caballeros ocupa un reconocido papel secundario en la vida política, religiosa y empresarial de Guatemala. Como fundador de la iglesia El Shaddai, supo aprovechar la ola neopentecostal que convirtió a Guatemala en uno de los países de Latinoamérica con la mayor proporción de evangélicos (40% de la población en 2013).

    El Shaddai terminó generandole una nutrida y disciplinada base electoral cuando fue candidato presidencial, que después sería codiciada por otros partidos políticos.

    Actualmente, Caballeros tiene registradas en Guatemala 9 sociedades anónimas; y junto a su esposa y su hijo Harold Caballeros Arimany, suman 18 empresas. La estructura de la iglesia El Shaddai aglutina una universidad, 27 estaciones de radio y 19 colegios (según información del mismo Caballeros) Los documentos de Mossack Fonseca no revelan los flujos de dinero de sus empresas, pero consignan un registro de activos o aumentos de capital de dos millones de dólares entre dos empresas.

    La iglesia El Shaddai es identificada en el bufete de Mossack Fonseca como su cliente número 26636. Sus asuntos legales, siempre dirigidos por Caballeros y su familia, se manejan a través de la filial de la firma panameña en Guatemala, el bufete Díaz Durán & Asociados.

    Uno de los documentos más recientes de Apostolic Ministries International Ltd a los que tuvo acceso Univision, El Faro y Plaza Pública es un registro de directores de noviembre de 2014, que señala a Caballeros como presidente de la firma. Su esposa, Cecilia,  su suegra María Asunción Tejada y su hijo Harold, también figuran en la directiva, este último como tesorero.

    Entonces, la directiva de la sociedad también estaba integrada por los pastores de El Shadai, Ana María Fernández Hernández y Óscar Alberto Benitez de la Campa, según muestra el mismo documento.

    Fernández  y Benitez, son los únicos nombres relacionados con la iglesia El Shaddai consignados en las empresas offshore, a diferencia de la estructura de El Shaddai en Guatemala, que incluye como directivos o representantes legales de los diversos ministerios a varias personas cercanas a la institución religiosa.

    Entre los servicios que Mossack Fonseca ofrece a  la iglesia El Shaddai están la custodia de libros legales y el de prestanombres para la directiva de Apostolic Ministries International Ltd, una práctica común en sociedades ubicadas en paraísos fiscales, cuyos directores visibles no son los verdaderos beneficiarios de las empresas.

    Estos servicios constan en una factura por 291 dólares que Harold Caballeros pagó en julio de 2010 a Mossack Fonseca.

    Éstos directores prestanombres— aparecen por pocos meses en las actas de las tres empresas directamente relacionadas con Caballeros, para luego ser siempre sustituidos por los miembros de la familia Caballeros Arimany.

    La explicación es simple: entre los servicios proporcionados por Mossack Fonseca y en el caso de Caballeros por la firma Díaz-Durán, está el de la construcción de shelf companies, una especie de empresas “listas para llevar”.

    Los bufetes tienen a disposición de sus clientes un abanico de empresas que no están en funcionamiento –constituidas por prestanombres, que en algunos casos son también abogados del mismo bufete– para clientes urgidos por la compra.

    “Se malentiende (la figura de las shelf companies), porque cuando usted tiene un negocio, esperar dos tres cuatro meses (como el caso de Guatemala) para hacer una sociedad es imposible”, argumenta Caballeros.

    El expastor explica que Mossack Fonseca le ofrecía el servicio de shelf companies; y el bufete Díaz-Durán en Guatemala se lo recomendaba. El fundador de la Iglesia el Shaddai reconoce una amistad de más de 20 años con Juan Manuel Díaz-Durán, socio fundador del bufete, -también relacionado con la firma panameña en las transacciones de la narcotraficante Marllory Chacón-. Díaz-Durán es ahora diputado por el partido Visión con Valores (Viva), fundado por Caballeros en 2007 y del que asegura estar totalmente desligado desde las elecciones del 2015.

    La prosperidad de El Shaddai

    Después de su fundación en 1983, la iglesia El Shaddai empezó a crecer con pasos firmes, fue mudando de sedes con construcciones bastante modestas, pero en terrenos que adquirían plusvalía, hasta que en 1990 se instaló en la que es ahora su sede central, en la zona 14, una de las más exclusivas y caras de la ciudad, aunque en su extrarradio menos ostentoso.

    La que empezó con una carpa, terminó siendo una construcción circular, cuyo eje central es el templo, y que da cabida a los diversos “ministerios”: la Universidad de San Pablo, los estudios de Telefe (la sociedad que aglutina a las 27 estaciones de radio Shaddai), ambas fundadas por Harold Caballeros.  El colegio central El Shaddai, uno de los tres registrados a nombre de la Fundación Educativa y Cultural El Shaddai –aunque Caballeros asegura que la iglesia gestiona 19 colegios en toda Guatemala-.; y  la Fundación Manos de Amor, con fines benéficos (contra la desnutrición).

    Tanto en la entrada del  templo como en los pasillos de la casa matriz se repite insistente la frase “Jesús es Señor de Guatemala”, que resulta ser el recuerdo de la que fue una campaña del El Shaddai en 1990 y que se inscribió como una empresa individual “Jesús es Señor de Guatemala” para registrar la marca con el mismo nombre.

    En el caso de El Shaddai, Caballeros explica su prosperidad: los diezmos de sus fieles. Los diezmos no son obligatorios: “una minoría mueve toda la maquinaria”.  El ahora rector de la universidad San Pablo, asegura que debido a su condición de asociación no lucrativa, todos los excedentes de los ingresos y gastos se utilizan para fundar nuevos templos (lo mismo sucede con los colegios, explica). Con una lógica empresarial, como él mismo reconoce, las nuevas iglesias (23 en Guatemala y ocho en Estados Unidos) se constituyen en una especie de franquicias, que a su vez entregan un diezmo a la casa central “Shaddai”. El Shaddai es reconocida por tener entre su feligresía a personas adineradas y con influencia política.

    Caballeros asegura que hay una asamblea anual que presenta a todos sus miembros un reporte financiero de la iglesia.

    En Guatemala, tanto las iglesias, o asociaciones, como las instituciones educativas (colegios y universidades) poseen un régimen especial de exención de impuestos. En especial las educativas, liberadas del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y de los impuestos de importación. Es en éstas, según un exfuncionario de la Superintendencia de Administración Tributaria, que se observa un mayor abuso de estos privilegios: el colegio se convierte en el centro de operaciones para, a través de éste, realizar toda clase de negocios comerciales y de inmuebles. Caballeros, en su caso, explica “hacemos uso de las exenciones, porque estaría muy mal no hacerlo”, pero afirma que todos sus excedentes se invierten en nuevas sedes o en el acondicionamiento de las que poseen.

    Paralela a toda la estructura de El Shaddai, Caballeros y su familia poseen una serie de empresas dedicadas al comercio y a los inmuebles. “Soy un hombre hiperactivo”, dice Caballeros y hace un listado de su recorrido como pastor, como abogado carrera que ejerció sólo un par de años, como político, empresario, y académico. En referencia a su record en el Registro Mercantil de Guatemala y a los documentos de Mossack Fonseca dice: “esa estructura es el resumen de una vida”.

    De los registros de Mossack Fonseca no se desprende que Harold Caballeros, su familia o la iglesia El Shaddai hayan incurrido en alguna conducta ilegal. Poseer sociedades en paraísos fiscales no es un acto ilícito por sí solo.

     

    Otras empresas offshore

    Apostolic Ministries International Ltd no es la única empresa offshore que poseen Caballeros y su familia a través de la iglesia El Shaddai.

    En 2006, la esposa de Caballeros, Cecilia Arimany y su hijo, Harold, recibieron dos acciones y fueron nombrados en la directiva de Marbury Company Enterprises Inc, una sociedad incorporada por Mossack Fonseca en Bahamas el 27 de enero del 2000, por solicitud de su filial en Guatemala.

    Varios documentos del bufete, entre ellos un correo electrónico de mayo de 2015, señalan que el beneficiario de la empresa es Harold Caballeros López, a quien el bufete tiene catalogado como una persona políticamente expuesta (PEP), una clasificación para aquellas personas que desempeñan o han desempeñado un cargo público y que según tratados internacionales requieren de una mayor vigilancia en sus transacciones financieras.

    En 2007, Harold Caballeros fundó el partido Visión con Valores (Viva), del que sería candidato presidencial en 2011. Después de salir de la contienda en la primera ronda, Caballeros dio su apoyo al Partido Patriota y a su candidato presidencial, Otto Pérez Molina –ahora en prisión, ligado a los casos de corrupción que le obligaron a renunciar en 2015-. En enero de 2012, Pérez Molina nombró a Caballeros ministro de Relaciones Exteriores, cargo al que renunció en enero de 2013.

    Por su relaciones políticas, el departamento de cumplimiento de Mossack Fonseca solicitó a su filial guatemalteca en agosto del año pasado, información sobre el origen de los fondos de Caballeros López, como parte de una revisión de distintas compañías.

    —¿Declaró sus empresas offshore cuando asumió como Ministro de Relaciones Exteriores?

    —No recuerdo que hayamos hecho declaración de probidad. Recuerdo que discutimos en el Gabinete sobre el asunto. Y es que Guatemala tiene un problema y es la falta de seguridad. Imagínese usted hace su papelito y cree que se fue a Contraloría, pero finalmente no sabe en qué manos cae.

    La ley guatemalteca exige a cualquier persona que asuma un cargo público declarar todos sus bienes -en Guatemala y en el extranjero-. La omisión de la declaración constituye una responsabilidad administrativa, que implica una sanción del pago del 100% del salario (un aproximado de Q40 mil ( US$5 mil).

    La principal actividad de Marbury Company es la tenencia de bienes en Guatemala, según lo indica un mensaje electrónico enviado desde Panamá en octubre de 2013. En otro documento firmado por el propio Caballeros el 20 de noviembre de 2014, el político indica que el dinero que maneja a través de sus empresas corresponde a “bienes personales y producto de negocios comerciales”.

    Sin embargo, en la entrevista telefónica, Caballeros dio otra versión: Marbury Company Enterprises Inc. fue creada para agilizar una transacción inmboliaria de la iglesia. Un terreno en San José Pinula de 11 manzanas estaba en remate.

    El hecho de que colindara en lo que estaba planificado como un periférico de las afueras de la capital lo hacía atractivo para invertir y para una futura sede de la iglesia. El terreno  tenía tras de sí una serie de entuertos de hipotecas y la sombra de haber sido una lotificación fallida, y conflictos de propiedad con los vecinos: “pensamos que si la comprábamos a nombre de la iglesia, podíamos contaminarla” y así se formó Marbury Company.

    Su amigo y abogado, Díaz-Durán le recomendó la estrategia: comprar el terreno a través de la empresa que ya estaba constituida. Sus primeros directivos son tres abogados de Díaz-Durán: María Beatriz Armas Galindo de Ortega (ligada en 2011 a un proceso penal por adopciones irregulares); Elizabeth Pontaza Cifuentes y Juan Pablo Carrasco de Groote (quien trabajaba en el bufete Díaz-Durán, pero que ahora asegura no haber tenido conocimiento de su nombramiento ni haber firmado algún documento en el que autorizara ser nombrado director de Marbury; ahora trabaja en Central Law y niega cualquier relación con Díaz-Durán).

    Inicialmente, la directiva de Marbury Company Enterprises Inc también estaba integrada por los pastores de El Shaddai, Ana María Fernández Hernández y Óscar Alberto Benitez de la Campa, quienes poseían dos acciones.

    Ellos dejaron la sociedad en noviembre de 2006, tres meses después de vender sus participación accionaria a Cecilia Arimany Tejada y su hijo, Harold Caballeros Arimany.

    Cecilia Arimany quedó al frente de los servicios pastorales de la iglesia El Shaddai en 2004, luego de que su esposo dejó el cargo de pastor general de la congregación.

    Real estate para la familia en Estados Unidos

    Otro servicio de Mossack Fonseca para Harold Caballeros López que revelan los archivos confidenciales, corresponde a una sociedad offshore llamada Sefton Park Inc, adquirida por Caballeros  en noviembre de 2014, dos años después de haber dejado su cargo como ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala.

    Sefton Park Inc fue incorporada por Mossack Fonseca en las Bahamas el 16 de julio de 2014, como parte del portafolio de sociedades de papel que mantiene para la venta a clientes en todo el mundo.

    La solicitud de adquisición de la empresa, firmada por el propio Caballeros López, señala que el objeto de la misma es invertir en bienes raíces en Estados Unidos. También especifica que el valor de los activos de la compañía supera el millón de dólares y su fuente de ingresos son “ganancias comerciales y ahorros personales”.

    El mismo documento detalla que los accionistas de la empresa son Harold Caballeros, su esposa Cecilia y dos de sus hijos, Harold y Andrea Caballeros Arimany.

    Los registros de Mossack Fonseca no muestran información sobre las propiedades en Estados Unidos que pensaba adquirir la familia Caballeros Arimany.

    La correspondencia interna del bufete deja ver que el departamento de cumplimiento designó a Caballeros López en la categoría PEP y exigió que no se le vendiese la empresa hasta que el político les entregara referencias bancarias y una certificación del origen de sus fondos, entre otros requisitos.

    Caballeros explica: Sefton Park Inc. fue constituida con fines hereditarios y patrimoniales, tener todo ordenado para un próximo retiro. Y sí, dice, compró una propiedad en Florida con este fin, no da más detalles sobre la propiedad o propiedades que pueda albergar la sociedad.

    Empresa de logística

    Otra sociedad que figuró como parte de la cartera de la iglesia El Shaddai en Mossack Fonseca es Inmobiliaria Wittenberg en el registro público de Panamá en enero de 2002, y para la cual se emitieron 100 acciones al portador por un valor de US$100 cada una  a Wittemberg S.A., incorporada por la firma legal ante el registro

    Desde su creación, su presidenta fue la también pastora de El Shaddai, Ana María Fernández Hernández. En noviembre de 2008, la empresa designó como tesorero a Walter Giovanni Jacobs Barahona, actual miembro del Parlamento Centroamericano, que también fungió como secretario adjunto del partido político Visión con Valores (Viva).

    Tanto Fernández como el actual diputado Jacobs Barahona dejaron su cargo en Inmobiliaria Wittemberg en noviembre de 2010, cuando fueron nombrados nuevos directores provistos por Mossack Fonseca.

    Un mes antes, Harold Caballeros Arimany, hijo del fundador del partido Viva había firmado una carta de indemnización para Mossack Fonseca, por el servicio de provisión de directores para la empresa panameña.

    Wittenberg fue fundada, según Caballeros López, en Guatemala para el negocio inmobiliario, pero no la utilizó; luego se la trasladó a su hijo.. Ahora, asegura, la empresa afincada en Panamá, bajo el nombre Wittenberg, S.A, es gestionada por su hijo en sociedad con Carlos René Chávez Espina para distribuir la marca Samsung a toda Centroamérica.

    Un documento firmado en octubre de 2012 acordó designar al banco G&T Continental como depositario de los fondos de la empresa y autorizó a Caballeros Arimany y a Chávez Espina para manejar las cuentas bancarias.

    Según su página de Internet, Wittemberg S.A. provee servicios asesoría en ventas, logística y mercadeo en América Central, y tiene oficinas en Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica y Panamá.

    En marzo de 2013 se revocó el nombramiento de Mossack Fonseca como agente residente  de la empresa y en su lugar se nombró a la firma Lacayo y Asociados, también panameña. También fueron designados nuevos directivos.

    Ese mismo año, en diciembre, el monto del capital social de la empresa aumentó de diez mil a un millón de dólares, según consta en un acta de junta directiva de la sociedad del 4 de diciembre de 2013. En mayo de 2015 se volvió a modificar el pacto social de la sociedad y se acordó que sólo podría emitir acciones nominativas.

    La última evidencia de servicios de Mossack Fonseca para la empresa data de enero de 2013. En los registros del bufete la sociedad aparece inactiva desde el 16 de julio de 2014, con estatus de morosidad.

    —¿Por qué es su nombre y los de su familia las que poseen toda la dirección financiera de los off-shores de la Iglesia, por qué nadie más de la iglesia? —se le cuestiona. Ninguno de sus cuatro hijos tiene participación activa en los ministerios y han optado por otras profesiones.

    —La hacemos a nombre de la familia para tenerla blindada (a la iglesia), porque… ¿a nombre de quién más puede ser?
     

     

    *Este reportaje se produce gracias a una alianza colaborativa de elFaro, Plaza Pública y Univision Noticias.

     

  • “Me provoca demostrarles que la cancillería puede ser un trampolín»

    “Me provoca demostrarles que la cancillería puede ser un trampolín»

    El canciller Harold Caballeros es un convencido. De que podía fundar una iglesia de la nada o un partido político en tres meses o ser presidente (aunque obtuvo menos votos que su aliada parlamentaria y quedó en sexto lugar). O de sus argumentos en política exterior o de que la cancillería puede ser un paso en su camino a la Presidencia.

    En esta entrevista habla sobre su plan para conseguir el TPS, el futuro voto de Guatemala sobre Palestina e Israel, la iniciativa diplomática para que América Latina debata sobre la despenalización y el rol de su partido en un co-gobierno “sin partidisimos”. La mesa no está limpia. Caballeros es una persona afable, cordial en el trato, pero en esta ocasión se trasluce el malestar del entrevistado por un entrevistador que lo ha criticado públicamente desde columnas de opinión.

    Es la primera vez que Guatemala está en el Consejo de Seguridad en representación de América Latina después de 6 años de cabildeos y el tema más duro será el de Israel y Palestina. A diferencia de lo que ocurrió hace 60 años, cuando Guatemala votó para crear el Estado de Israel y el de Palestina, usted en una entrevista de elPeriódico anunció que votará en contra de la admisión de Palestina en las Naciones Unidas.

    En una entrevista se puede brincar de un tema a otro y no se describe con precisión en contexto completo. Guatemala votó hace 64 años en una resolución para crear los dos Estados (Israel y Palestina), fue algo histórico. Guatemala no está opuesta a la creación del Estado de Palestina. No tenemos en nuestra política exterior estar en contra del Estado de Palestina, al contrario, estamos a favor de negociar.

    Una negociación detenida hace cinco años.

    ¡For ever! Es un tema demasiado complicado pero hay una negociación entre Israel y Palestina. Nosotros con Belice llevamos, ¿cuántos años? For ever, también. Entonces, la negociación entre ellos mandaría a cómo coexistir y cómo decidir sobre Jerusalem, que es el fondo del asunto. Ahora Palestina quiso hacer un bypass (un atajo), frustrados por la falta de resultados. Quisieron brincarse el procedimiento. Y fueron a la ONU a buscar un reconocimiento unilateral.

    Dos terceras partes de la Asamblea votaron a favor del ingreso de Palestina.

    El problema es que se saltaron la fase de la negociación y llegaron a una declaración unilateral. ¿Qué es lo que conseguirían? ¿Cuál es su opinión?

    Entiendo que el presidente de la Autoridad Palestina, al encontrarse estancadas las negociaciones con Israel, solicita a la ONU una admisión como Estado miembro y así tener más probabilidades de negociar de tú a tú con Israel y destrabar el asunto. Pero lo que me interesa es su opinión.

    Según yo, si se reconoce el Estado, no tardaría cinco minutos en estallar la guerra. Israel tiene tres millones y medio de judíos y tres y medio de árabes, que son ciudadanos judíos. (Según datos oficiales, hay casi ocho millones de ciudadanos israelís, de los cuales casi seis millones son judíos) En Jordania, Siria, hay cuatro millones de refugiados (palestinos, a los que Israel no permite regresar), si estos refugiados entran, ¿qué pasaría? Colapsa el Estado. De lo que no estamos a favor es del bypass, que se obvie la negociación.

    Que es una posición distinta a la del 90 por ciento de América Latina y más de dos terceras partes de la Asamblea que creen que debe decirse que sí a este “bypass” palestino.

    Los países occidentales son tradicionalmente aliados de Israel. Nosotros, Colombia, México, Panamá, El Salvador.

    Toda Centroamérica exceptuando Panamá ha apoyado a Palestina.

    Es cierto, igual estamos hablando de países (los que no apoyan a Palestina) serios, no extremistas. Cuatro países seguimos pensando que la negociación es el único camino. Y estos están acompañados de otros países que tienen la misma tradición, como Estados Unidos.

    Israel piensa que si no es por medio de una negociación no se debe reconocer a Palestina como Estado. ¿Por qué Guatemala sigue la posición de Israel, Estados Unidos, Colombia, Panamá y México y no la del resto del mundo? ¿Por qué decide que hasta que Israel dé su aval a Palestina como Estado, no podrá ingresar a la ONU?

    No creo que se trate de reconocer o no. Creemos que hay una ruta. De la negociación resulta un acuerdo, y de ese acuerdo resulta un reconocimiento que sería la meta.

    ¿Por qué Guatemala sí se saltó esos pasos para reconocer a Israel sin acuerdo previo?

    No se reconoció únicamente a Israel, sino a Israel y Palestina. En 1964 Inglaterra administraba los territorios de Palestina y entonces se crearon los dos Estados para que negociaran como Estados, pero Palestina no lo aceptó. (No aceptó la creación de Israel y empezaron las guerras entre árabes e Israel.)

    Así como en el caso de Israel (en el que Guatemala lo reconoció antes de una negociación con Palestina), ¿por qué en el caso Belice también podemos saltarnos la negociación para reconocerlos como Estado y en el caso de Palestina no?

    Yo no estoy en posición de decirle si lo que hizo el gobierno de Serrano (de reconocer a Belice en 1992, diez años después de que lo reconociera la ONU) estuvo bien o no.

    Ha sido una política de Estado de Guatemala reconocer Estados sin esperar negociaciones previas.

    Hubo negociación pero no hubo acuerdo. Caeríamos a juzgar las acciones de otros y no quisiera meterme ahí. Sin embargo, hoy en día logramos el acuerdo con Belice de bases de confianza, logramos la consulta simultánea.

    Por eso, con el reconocimiento como Estado se puede negociar de una manera más equilibrada. Pero en otro tema, hay un par de columnistas que dicen que la propuesta de la despenalización que fue mencionada por usted y otro candidato en campaña y ahora adoptada por el presidente Pérez Molina es la iniciativa diplomática más importante en los últimos 20 años. ¿Por qué se propuso de manera tan abrupta y sin ningún lanzamiento estratégico desde la cancillería?

    No puedo evitar que los columnistas piensen lo que piensen, es inevitable. A veces me ofende de que no pregunten sino solo escriban. Que Gustavo Berganza pensaba que íbamos a contratar a Otto Reich no significaba que era cierto, y luego otro columnista (el entrevistador) le copia y lo escribe. (Esta contratación de Otto Reich, que no se ha dado, no fue confirmada ni descartada por el vocero de Caballeros en diciembre).

    Pero esto (de la despenalización) no es una iniciativa diplomática. La prioridad nuestra en la cancillería ha sido luchar por el TPS (estatus de protección temporal, para los migrantes guatemaltecos en EE.UU.). Hemos estado solicitando el TPS intensamente, presentamos evidencia política y jurídica. Me he reunido dos veces con la secretaria de Estado (Hillary) Clinton, con la secretaria de Justicia (Janet) Napolitano, con senadores, con representantes. Apelamos también al tema de la seguridad, que es el tema de ellos. Dejamos todo esto por escrito. Buscamos qué es lo que el Departamento de Estado requiere para aceptar el TPS para Guatemala. Esa es la iniciativa diplomática más importante.

    Salió la idea de la despenalización, yo creo que porque el Presidente se sintió rebasado al comprobar el costo de la guerra, en vidas y en plata. En plata que se deja de invertir en el país por causa de esta guerra. Entonces él se cuestionó: «¿será que es la mejor manera de pelear la guerra? ¿O hay otras alternativas?» Pero la prensa lo tomó por el tema de despenalización de las drogas, que llama más la atención. El Presidente dice: «tenemos que crear un debate, porque estamos perdiendo esta guerra». Acuérdese que el Presidente es general y si se va perdiendo la guerra hay que buscar otra alternativa. Así es el tema de la despenalización como yo lo entiendo desde adentro, estando cerca del Presidente.

    Me sorprende que diga que no es una iniciativa diplomática cuando es el tema que Guatemala quiere proponer en la Cumbre Centroamericana y en la Cumbre de las Américas en Cartagena y a tan solo días de que la Vicepresidente acaba de ir a Centroamérica a cabildear el asunto.

    Reformulo. Me refiero a que no es una iniciativa diplomática que se echa a andar desde la Cancillería. En ese sentido la iniciativa más importante es la lucha por el TPS, que no es la única, hay bastantes más. Estamos buscando sede en Nueva Delhi para la embajada de la India, por ejemplo.

    La despenalización es el tema que Guatemala va a proponer en la Cumbre de las Américas. ¿Por qué no se hace desde la Cancillería?

    Es una iniciativa que se hace desde la Presidencia. Como yo lo propuse en la campaña parece que yo lo hice.

    No. Le pregunto porque es el canciller.

    Pero es el Presidente quien quiere llamar al debate. Yo ni estaba aquí, estaba en Washington. Por cierto, cuando me enteré lo llamé por teléfono para ver si era cierto lo que estaba saliendo en los medios. No lo armamos como una estrategia diplomática. Acá empezó por otro lado. El Presidente va a dialogar con otros presidentes, y ¿dónde es el lugar para hacerlo? En las cumbres.

    Pasó casi un mes desde el anuncio del Presidente sobre la despenalización. ¿Por qué la cancillería no está incluida en el esfuerzo y es la Vicepresidente quien va a cabildear?

    Su servidor está involucrado de lleno en el TPS. Luego, le comento que llamé al Presidente por teléfono, justo hace tres lunes. Le pregunté al Presidente, desde Washington, por lo de la despenalización, pues yo no estaba enterado. Pero no he tenido el tiempo de hacerle las preguntas de fondo. Le pregunté si iba a ser una política de Estado. El Presidente dice que la política que debemos tener es crear es el diálogo, incentivar al debate. No fue una política organizada desde la cancillería.

    ¿Y qué le dijo? ¿Que será una política de Estado?

    No nos hemos sentado a platicar sobre el tema.

    Varios miembros del gabinete dicen que los de Viva, el ministro de Agricultura (Efraín) Medina y usted, preguntaron cuándo se iba a aplicar la mano dura que se ofreció en campaña.

    Estoy en total desacuerdo, nunca he oído la expresión “mano dura”, Efraín dijo una vez que «la necesidad más sentida del país es la promesa de seguridad» y se tocó ese tema…  El pacto de paz en la seguridad y justicia es básico en la agenda del Presidente. Pero no, no hemos planteado el tema, ni lo plantearemos.

    Sobre el tema de las relaciones diplomáticas con Taiwán, usted mencionaba que Guatemala ya no va a hablar con Pekín para iniciar relaciones con China continental.

    Taiwán celebró tres convenios con China. Guatemala no tiene nada que ver. Uno fue el acuerdo de la familia que permitía vuelos de Taiwán a China. El segundo fue un TLC (tratado de libre comercio) entre ellos y sus respectivos aliados. O sea, si tenemos un TLC con Taiwán por ende lo tenemos con China. El tercero es el tratado de la tregua que dice que Taiwán tiene 23 aliados, y según este tratado China se compromete a no quitarle ningún aliado pero no puede ganar ninguno tampoco. Costa Rica se quitó de un país para irse al otro, pero fue el último que pudo hacerlo. Panamá ya no pudo. Pero si alguien rompe relaciones y va a tocar la puerta a China, no se la abren porque ellos ya tienen un acuerdo.

    ¿Guatemala, en su posición soberana de política exterior, ha intentado tocar la puerta de China Continental?

    No. No lo hizo cuando se podía. Ya no es hora. Ya no se puede. Si estuviésemos en el tiempo de Costa Rica se podría. Pero ya es muy tarde porque los otros no nos la abrirían.

    ¿Por qué detenernos antes de preguntar?

    Es muy fácil. Solo se debe ver el tratado.

    ¿Por qué Guatemala se ciñe a lo que acordó Taiwán con China para decidir sobre su relación entre las Chinas? (Pablo Rodas Martini, execonomista jefe del BCIE, el banco centroamericano de integración económica que recibe financiamiento de Taiwán, renunció a su puesto en 2012 por la negativa de los gobiernos a acercarse a China.)

    No se qué responderle. Cuando sale en la ley que la estafa es un delito, ya no tengo que preguntar.

    Pero justamente no es un delito ir a preguntar a la otra China.

    Por ejemplo, usted no puede ir a otro periódico a decirle que mejor le va a vender una entrevista a ellos mientras trabaja en determinado medio. Hay un elemento moral.

    Pero allí habría una relación de patrón y Taiwán no es el patrón de Guatemala.

    Por eso, es un aliado diplomático, histórico.

    Es un aliado que tiene historial de corromper a gobernantes centroamericanos.

    Yo la verdad pienso que nos deberíamos ir con China; eso le hubiera dicho en la campaña. Pero le estoy diciendo lo que se puede hacer. No estamos hablando hipotéticamente ni lo que quisiéramos. No perseguimos la posibilidad de todas formas porque el Presidente en la toma de posesión se reunió con el canciller de Taiwán (Francisco Ou, exembajador ante Guatemala) y le dijo que tenía una gran presión del sector privado para acercarse a China. Y que buscaremos acercamientos académicos, culturales y empresariales. Y el canciller de Taiwán le agradeció por hablarle con sinceridad y le ofreció asistencia técnica para las empresas, y podemos hacerlo por medio de Taiwán, que es el primer inversionista en China.

    ¿Por qué Guatemala sí puede trascender fronteras en el tema del debate de la despenalización cuando no está de acuerdo nuestro aliado Estados Unidos, pero se conservan posiciones de statu quo en relaciones con Israel y Taiwán?

    No. ¿Tenemos algún interés de pelear con Canadá? No. Con Inglaterra, tampoco. Con nadie.

    No le hablo de pelear con Canadá o Inglaterra. ¿Por qué Guatemala no se puede lanzar a hacer una política con la que disientan Israel o Taiwán?

    Se puede contestar con aquella vieja máxima que dice que uno puede escoger sus batallas. No creo que lo de Israel y Taiwán sea mantener el statu quo. Queremos trabajar en un rol constructivo no solo a favor de Guatemala sino de los ideales de paz, justicia, democracia. Estamos en el ojo del mundo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Cualquier cosa negativa o positiva se potencializa. Nuestra política con Israel debe ser congruente con la política del Medio Oriente. En todo ese contexto, Guatemala tiene una posición consistente con los países occidentales.

    ¿Occidentales?

    Valores guatemaltecos.

    Cuando Guatemala intentó en el 2006 ser parte del Consejo de Seguridad, el motivo por el que no nos eligieron las dos terceras partes fue precisamente porque decían que Guatemala iba a ser lo que le dijera Occidente (EE.UU. y Europa). Brasil y la mitad de países de América Latina votaron en contra. Con estas posiciones de ser “consistentes con Occidente” estamos quedando con un país que no tiene opinión propia, cara al resto del planeta.

    ¿Para tener posición propia tenemos que ir en contra de nuestros valores occidentales? Estuvimos manifestándonos en contra del asesinato de civiles en Siria. Mientras estuvimos sentados hubo 500 víctimas. Entonces, votamos a favor de una sanción para que el Presidente (Bashar al) Assad pusiera a su vice a negociar condiciones políticas para cesar el conflicto. No solo por llevar la contra vamos a tomar nuestras decisiones.

    Quizás para ser coherentes con lo que quiere América Latina, ya que somos su representante, a veces podemos tener un poco de independencia respecto de lo que piensa Occidente.

    Gert Rosenthal (representante de Guatemala ante la ONU) dice que estos países y nosotros tenemos un ochenta por ciento de coincidencias. Entonces, estamos de acuerdo con esos valores.

    El embajador Rosenthal también convenció al expresidente (Álvaro) Colom de votar a favor de Palestina en septiembre pasado. Supongo que no ha cambiado su posición (de Rosenthal) en seis meses.

    Acuérdese que aquí hay una cadena de mando. La última palabra la tiene el Presidente. Nos reunimos los tres al iniciar el gobierno y quedamos que Rosenthal iba a recibir sus instrucciones por escrito, aunque sea por mensajito, para evitar problemas. La idea no es votar como perrito faldero, pero no puedo votar en contra solo por disentir. No creo que vayamos a ser más o menos por ser rebeldes, sino por seguir nuestros valores. En mi discurso en el Consejo de Seguridad yo dije que creíamos que los gobiernos tienen la obligación inherente de escuchar a sus pueblos.

    Aprovechando que veo el logo de su partido en un papel sobre su escritorio, ¿cómo está su partido?

    ¿Dónde lo ve?

    Aquí encima.

    Ah, mire, me acaban de traer las contraseñas para nuestra página en Facebook y Twitter (sonríe). Mi partido está bien, un poco desatendido. En las últimas semanas estuve en Washington, en Ginebra, en Nueva York… Las bases siguen trabajando y contentos.

    ¿Cómo se siente el partido estando en co-gobierno?

    Me siento cómodo porque acepté el reto de participar. No he considerado la palabra co-gobierno y me llamó la atención lo que me mencionaba del gabinete y que nos vieran como “los de Viva”. Nunca Efraín Medina y yo nos hemos puesto a crear una “Fuerza Viva”. Pasado el proceso electoral, la única camiseta es la de Guate. A lo mejor le suena ingenuo de mi parte, pero no he visto partidismo en el gabinete.

    Parece lógico pensar que la Cancillería es el cargo que menos réditos electorales puede tener en comparación a otros ministerios. ¿Aceptar este puesto equivale a que ya no vamos a ver a Harold Caballeros como candidato a Presidente?

    Yo lo acepté porque quería servir a Guate y se me dio la oportunidad, y porque quería conocer el monstruo (del Estado) desde adentro, como se dice. Allí está Álvaro Arzú que fue canciller y después fue Presidente. Y si lo pienso, pronto le diría otros casos. Usted lo dice también porque lo escribió Gustavo Berganza (sobre que no tendría opciones de llegar a la Presidencia).

    Se lo digo porque me recuerda a Jorge Briz (precandidato presidencial, luego canciller y ahora presidente de la Cámara de Comercio).

    Pero cuando dicen esas cosas, como que la Cancillería no puede ser un trampolín, lo único que me provoca es demostrarles lo contrario.