Sólo para Locos, S.A.

Autor: Elizabeth Ugalde elizabeth@plazapublica.com

Trate usted de montar una empresa de cualquier tipo. Piense por un momento en lo que se requiere a nivel organizativo para su operación. Un gerente que vea y dirija la estrategia general de la empresa, un administrador o contador, operarios, vendedores, etcétera. Además de definir el nombre de la empresa, reglamentos, delimitación de funciones, control de calidad… Es todo un despliegue de disciplina, orden, creatividad y técnica.

Y escuche/lea usted la siguiente descripción de la fiscal general de la República, Claudia Paz y Paz, sobre estos presos. “Eran dos los líderes que dirigían la banda. Integraban la clica Sólo para Locos (SPL); su líder, Josué Pérez Recinos, alias Scrapy, cuya coordinadora era su conviviente. La otra clica era dirigida por Carlos Estuardo Boch, alias Littleman. La coordinadora del grupo también era su compañera sentimental”.

Con todo lo complicado que parece, sin embargo, un privado de libertad puede organizar y liderar una estructura para delinquir desde su propia celda. Una organización, que viéndola en papel y lápiz, está tan bien definida como el organigrama de cualquier empresa. El Preventivo de la zona 18 es el cuartel general de la compañía “Solo para Locos”, ¿sociedad anónima? Seguramente. El gerente general es el Scrapy, quien ordena y dirige toda la operación. La gerente administrativa es su compañera sentimental, comisionada para administrar el flujo de caja. El socio es el encargado de operaciones, delegado de amenazar y solicitar el pago de extorsiones. Los operarios o, mejor aún, las operarias —porque en las clicas al igual que en las maquilas se dieron cuenta de que el empleo femenino es mejor (mayor productividad y menor costo)— cobran o retiran del banco el dinero de la extorsión y hacen una nueva transferencia hacia la gerencia administrativa. Dese cuenta de que la mayoría de estos individuos no tienen ni siquiera la primaria completa, pero controlan el negocio con bastante eficiencia. Bien decía mi papá que para ser empresario, no es necesario estudiar.

Además, no podemos pasar por alto que esta operación se organiza desde el centro penal, a vista y paciencia de policías y encargados. Lo cual es más meritorio, porque una de dos, o la cárcel es un centro de capacitación y formación de empresas extorsionistas, o los mismos vigilantes son parte del negocio. Como evidentemente lo primero no puede acontecer porque lo prohíben los estatutos (este reglamentismo que nos ahoga), no queda más que suponer que allí hay un menage a trois (policías, presos y pandilleros).

Así las cosas, los ciudadanos podemos cerrar los ojos para no ver esas orgías delicuenciales o exigimos que al menos los encargados de la seguridad estén del lado de la ciudadanía y no en la acera de enfrente.

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