¡Bravo Ensamble Antigua!

Autor: Ricardo Barrientos ricardobarrientos2006@yahoo.com

Apreciado por un público pequeño, pero creciente, el Ensamble Antigua se apuntó otro éxito con su concierto “Música barroca en San Juan del Obispo”. Un grupo en el que brilla la juventud y el entusiasmo, pero por supuesto y sobre todo, buena música.

No soy experto musicólogo, pero sí melómano, más si se trata de música barroca. En los conciertos del Ensamble Antigua, esta afición encuentra un espacio de acogida, en un ambiente relajado, casi cómplice, lejos del academicismo o de la expresión elitista y excluyente del arte. Me parece que estos conciertos convocan a un público diverso. Ojalá contara con los recursos para convocar a todos, independientemente del nivel socioeconómico de los melómanos que asistimos.

Me gusta cuando estos músicos jóvenes demuestran que les gusta lo que hacen, que les apasiona. Cuando extrovertidamente se acercan a su público, hablando de forma relajada sobre la música que interpretan, sus instrumentos, los compositores, o simplemente tener el detalle de traducir la letra de una pieza vocal, para que todos comprendamos lo que el compositor sintió al crear. Con su estilo, el Ensamble Antigua hace que su arte se sienta para todas y todos.

Y es que, en una sociedad tan herida, el arte así expresado no sólo es una válvula de escape, sino mucho más. Llenar nuestros corazones de arte, de la forma que sea, desplaza el odio, el resentimiento y la violencia.

No importa si se trata de un concierto de música barroca con el Ensamble Antigua, o de las muchachas que hace unas semanas realizaron con rotundo éxito el primer festival de hip hop femenino. En ambos casos, los guatemaltecos contamos con un espacio de expresión artística según el gusto particular de cada quien.

Jenifer Soto, una de las jóvenes organizadoras de ese primer festival internacional de hip hop femenino, explicó que querían demostrar que lo suyo no era una “cuestión de mareros, que no se trataba de perder el tiempo, que lo que hacen no es malo”, recalcando la necesidad que la sociedad, en particular el Gobierno, apoye su esfuerzo. ¡Si solo supiéramos aprender más de esta jovencita!

Días después, conversando brevemente con Carolina Palomo, clavecinista y productora de las presentaciones del Ensamble Antigua, me pareció inevitable un paralelismo, aparentemente insólito o descabellado, entre una intérprete de música barroca y una chica hip hop. En ambos casos percibí a mujeres auténticas que les gusta el arte que producen. Un gusto ejercido libremente, sobre las dificultades y penurias de la búsqueda del financiamiento y otros apoyos necesarios para sus presentaciones.

Pienso también en ellas cuando verifico cómo menospreciamos el talento y esfuerzo de artistas como ellas. Con indignación y vergüenza denuncio que el presupuesto que se aprobó para 2012 redujo la asignación de gasto para el programa “Formación, fomento y difusión del arte y la cultura” del Ministerio de Cultura y Deportes. Se redujo de los Q 51.7 millones aprobados para 2011 a Q 44.1 millones aprobados para 2012. ¡Una reducción de 15%!

Alguien dirá “pero no son gastos prioritarios”. Sin embargo, en ese mismo presupuesto aprobado para 2012 se incrementan las asignaciones de gasto para la represión violenta del crimen y la autorización para comprar armas, sin control ni transparencia. Vaya prioridades las nuestras…

Pienso que el apoyo gubernamental para el hip hop de Jenifer Soto o la música barroca de Carolina Palomo son una prioridad altísima para un país como Guatemala, desangrado por la violencia y el desprecio por la vida. Antes que las generosas donaciones privadas, en Guatemala el arte y la cultura deberían ser una prioridad de Estado.

¿Tanto nos cuesta darnos cuenta de algo tan humano?

ricardobarrientos2006@yahoo.com

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