Sin hacer juicios de valor describamos los hechos: ocurre que en el DR CAFTA nos comprometimos a adherirnos a la Unión Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales –UPOV–, para lo cual necesitamos promulgar una Ley en un formato armonizado para los miembros; pero a los nueve años de adquirido el compromiso se nos ocurre que la Ley es mala (nefasta dicen algunos) y ya no la queremos; como consecuencia ya no seremos miembros plenos de UPOV y el compromiso al trastero. Insisto: si no queríamos ser miembros de un Organismo como requisito para firmar un Tratado, lo hubiésemos dicho, en el momento indicado; con dos letras sencillas N + O.
Otro ejemplo: en el Acuerdo de Asociación con Europa, recién firmado y puesto en vigencia, adquirimos el compromiso de promulgar no más allá de tres años de la entrada en vigor del Acuerdo una Ley de Competencia (llámenla Anti Monopolios, así se entiende más fácil), tres años y contando que ya pasó uno; somos el único país de Centroamérica que no tiene una Ley de este tipo, por algo será; supongo que no convence o no conviene pero ya nos comprometimos con los europeos a tener una dentro de dos años aproximadamente.
Pero para mayor compromiso, en el mismo Acuerdo los países de Centroamérica se comprometen a tener una Ley de Competencia armonizada a los siete años de entrada en vigencia del Acuerdo (o sea, meses más y meses menos dentro de seis años); supongo que todos contando con que Guatemala ya tendrá una vigente. Además se tiene previsto que habrá una institucionalidad regional para administrar el tema, similar a la de la Unión Europea.
Si ahora fueron grupos diversos relacionados a Organizaciones de la academia, de los campesinos, de los indígenas, sindicatos, productores agrícolas; y tan diversos que unos estaban informados sobre el tema y otros no, unos podrían haber sido afectados y otros no, unos podrían haber sido manipulados y otros no… ¿A quiénes veremos oponiéndose a la Ley de competencia cuando le toque el turno?, y esto como un ejemplo porque es muy posible que de acá en adelante cada Ley relacionada a compromisos adquiridos en Tratados o Acuerdos internacionales vaya a ser motivo de conflicto y desacuerdo; al punto que en Prensa Libre de ayer se daba la noticia que una Organización había planteado una inconstitucionalidad contra la Ley de Propiedad Industrial, vigente desde inicios de siglo porque podían ser patentadas las especies vegetales; menos mal que se dieron cuenta y de manera pronta y ágil accionaron con mucha más destreza que los malvados que hace años promulgaron esas leyes para cumplir con los compromisos de OMC y distraídos o tontos que son, no se habían robado nuestros tesoros naturales. Sí, sin duda las mejores promesas son las que no hay que cumplir, igual los compromisos.
