La maquinaria de su propio equipo más los aliados del momento, se unieron para apuntalar un proyecto, que a pesar de ameritar mayor discusión, se aprobó en tiempo récord. Se rompió el mito que la aprobación de toda propuesta que implique cambios en materia fiscal, requiere sortear varias rutas; que terminan en desgaste y afectación de la propuesta original. El plan funcionó, pero queda la duda sobre los factores que motivaron esa presurosa aprobación.
Desde anoche mismo circularon informaciones sobre las intensas negociaciones. Unas, los menos, fueron para incorporar o modificar partes de la propuesta. Otras, las más, consideraron temas no necesariamente de orden fiscal, arreglos en corto para aflojar las tensiones y crear las condiciones para la unificación del bloque pro oficial. Se habla de haber negociado la elección del Procurador de los Derechos Humanos, la concesión de obras en favor de ciertas constructoras, orientar los fondos de los CODEDE en favor de los diputados distritales que se sumaran, entre otro tipo de beneficios. Difícilmente podremos comprobar esa situación. Lo que queda claro es que los 110 votos favorables representan el número mágico que acompañará a las iniciativas que en el corto plazo, transcurso del 2012, el Partido Patriota impulsará a toda velocidad.
Lo de anoche confirma que la dirección de los vientos es favorable. A pesar de ciertas tensiones iniciales, el clima de apoyo aún existe y perdurará por algún tiempo; en la medida que los incentivos continúen existiendo y acumulándose. Eso tendrá un límite, momento donde las escisiones comenzarán a salir a flote. La clave del “éxito” estará en saber aprovechar esos vientos, para impulsar leyes favorables a la gobernabilidad, unificando proyectos pendientes con otros nuevos que generen base política favorable. Cuidado en pensar que existe una chequera en blanco para aprobar lo que se ponga por delante; eso ocasionará efecto boomerang. Tampoco se trata de aprobar proyectos para aumentar la popularidad del equipo de gobierno, eso tendría efectos superficiales y durar poco tiempo.
Los números de anoche pueden envalentonar, hacer perder el piso, generar falsas imágenes de un poder temporal. Lo peor que puede ocurrir es asumir posiciones prepotentes. Poder que no se sabe utilizar, genera el efecto contrario.