Se trata en el fondo de diligencias que se anticipa serán denegadas pero que permitirán ganar tiempo, a la vez que se utiliza el espacio mediático para dirimir los procesos judiciales. Junto al litigio malicioso, la Fundación también ubicó los procesos de corrupción y compadrazgo, como tapón que sostiene la estructura de impunidad en el sistema judicial.
Han pasado 18 años desde que el estudio fue hecho público y, si bien algunos funcionarios y funciarias del sistema salvan el honor, en esencia, todavía se aprecia fallas como la descrita, mismas que involucran, por supuesto a sujetos procesales vinculados casi siempre a la defensa de sindicados.
Uno de estos es un ex constituyente, diputado a la Asamblea Constituyente por listado nacional, postulado por la Unidad del Centro Nacional (UCN), de Jorge Carpio Nicolle. Se trata de Telésforo Guerra Cahn, compañero de bufete del fallecido presidente Ramiro de León Carpio -también constitucionalista- en cuyo gobierno fue asesinado Carpio Nicolle. A esta sociedad de abogados le conocían con el mote de “Bufete de los milagros”, por el tipo y clase de casos que llevaban, mismos que invariablemente ganaban en los tribunales.
En fechas recientes, Guerra Cahn ha aumentado sus réditos y luego de representar a Gregorio Valdez O’Connell, originalmente señalado por Rodrigo Rosemberg de tener responsabilidad en su muerte, misma que según investigaciones fue un suicidio. Guerra Cahn, también fue defensor del ex jefe de Estado Oscar Humberto Mejía Víctores, sindicado de casos de genocidio ante las cortes en España. Mejía logró evadir la acción policial que buscaba capturarle y en el proceso realizado por guerra, logró que su defendido evitara la extradición.
Con esos antecedentes, Guerra Cahn fue contratado como defensor de Alfonso Portillo Cabrera, expresidente de la República sindicado por delitos de peculado debido al robo de cientos de millones de quetzales del erario a cargo del Estado Mayor Presidencial. Igualmente representa a Portillo en el proceso por extradición iniciado por las cortes de New York. Exitoso en su estilo y método de litigio, consiguió recusar a la jueza Morelia Ríos, por supuesta parcialidad en el proceso. No obstante, del mismo mal podría señalarse a la jueza que absolvió a su defendido por cuanto se destacó evidencia que lo vincula con el esposo de la juzgadora.
Cuando el cantautor argentino Facundo Cabral fue asesinado en Guatemala y su acompañante y contratista Henry Fariñas resultó herido y sospechoso de ser el objetivo real del atentado por sus vínculos con comercios relacionados con la trata de personas, Guerra Cahn apareció en la palestra en reprsentación del empresario.
En el ínterin, el abogado también resultó vinculado a la familia de Waldemar Lorenzana, con la cual entabló negociaciones para representarle. Lorenzana guarda prisión señalado de ser cabecilla de uno de los carteles del crimen organizado especializado en el tráfico de droga en el territorio nacional.
En cada caso, Guerra Cahn utiliza los mecanismos señalados por la Fundación Mack en su estudio de 1993, como formas de litigio que le hacen en la práctica un litigante malicioso.
En días recientes volvió a surgir en otro caso de impacto al aparecer como asesor jurídico de la familia de Roberto Barreda de León, esposo de Cristina Siekavizza y principal sospechoso de la desaparición y probable femicidio de ella, así como de la desaparición de los hijos del matrimonio, Roberto José y María Mercedes.
Entre las acciones judiciales que emprendió la familia Barreda de León (el apellido materno lo aporta la ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia Beatriz de León), estuvo la interposición de una demanda contra Luis Siekavizza, padre de Cristina, para impedir el contacto de la familia materna con los hijos del matrimonio Barreda Siekavizza. No se sabe si Guerra Cahn también asesoró el mecanismo de limpieza de la casa de habitación del matrimonio, posible lugar de la escena del crimen. De lo que sí hay certeza, por información del abogado en medios de prensa, es de que interpuso una denuncia por “desaparición” del hijo de sus asesorados, intentando equiparar las situaciones de los dos integrantes de la pareja. Pese a que, aparece involucrado -el abogado- en los trámites relacionados con la huida del territorio nacional de Roberto Barreda de León.
Como se ve, la cartera de procesos del litigante Guerra Cahn, un botón de muestra del club del litigio malicioso, abarca todo tipo de casos, mismos que por más enredados que estén, milagrosamente y por arte de la magia de los cuellos de botella, convierte en causas ganadas por la impunidad.