Este fin de semana, un amigo publicó en su muro de Facebook la tarea escolar de un niño, que aunque no tiene que ver directamente con la campaña electoral, me parece que sí con la memoria histórica, con el saber elegir y defender los intereses de un pueblo. Transcribo literalmente el deber porque me pareció exquisito.
En una hoja de cuaderno cuadriculada, con la fotografía del Presidente mexicano encabezando la página, el niño escribe:
Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
Nació en Morelia en agosto de 1962.
Estudió la carrera de abogado y terminó otra economía.
En 2005 es electo candidato a la Presidencia; el 2 de julio de 2006 se roba la presidencia. Es el culpable de la violencia en nuestro país. En el 2009 decreta la extinción de Luz y Fuerza del Centro, dejando a más de 40,000 trabajadores en la calle.
Sobre el deber se echa de ver el 10 (para nosotros 100) que le puso la maestra o maestro. Como este niño no sea muy ilustrado o hijo de un sindicalista, activista político o de alguien muy consciente, esta tarea podría pasar por una muestra más de la creatividad mexicana en relación a la opinión política. Pero eso está de más, la tarea del niño me parece un detonante a la reflexión. ¿Será posible que, en medio de la crisis académica que vive Latinoamérica, en México se enseñe a discernir sobre el acontecer diario?, lo dudo. Si de algo se ha encargado el sistema educativo es de ir modelando la historia conforme van surgiendo las necesidades, pero además, las formas tradicionales de educación han dejado a un lado los cuestionamientos, enfocándose en la memorización vacía de los hechos.
Esto me hace pensar en dos cuestiones más. Por un lado, el papel que jugamos como padres en la construcción de nuestros niños, y por otro lado el que ejercen los medios de comunicación en la misma. Expuestos a un sistema que bombardea información desinformando, la niñez y la juventud se han visto alejadas de las problemáticas sociales. El hecho de ver la política como una cuestión ajena a nuestras vidas, como algo peligroso y en ocasiones indeseable está ocasionando que nuestros líderes nos den atole con el dedo con propuestas cada vez más vacías, limitándose a plantear cuestiones de administración pública, encima mal ejecutada.
Por ello creo fundamental invitarlos a asistir y compartir con sus hijos la III Muestra de Cine Internacional Memoria Verdad Justicia – Guatemala 2012, que se inaugurará con la película Corazón del Cielo, Corazón de la Tierra, una cinta que nos acerca a la cosmovisión maya del presente. La apertura será en la Gran Sala del Teatro Nacional el sábado 5 de mayo, los boletos son gratuitos y pueden pasar por ellos a Librería Sophos o a Casa Cervantes en la zona 1.
Esta III Muestra que exhibirá filmes como La Bestia Verde (la única película de ficción a nivel mundial que narra los sucesos del ‘54 en Guatemala) o También la Lluvia de Iciar Bollaín (drama social que versa sobre la complicación de una filmación en medio de conflictos sociales por la privatización del agua en Bolivia), dará también espacio a la juventud, para la que se han organizado presentaciones especiales de algunas de las cintas.
Además de esta Muestra de Cine, me gustaría recomendar un documental que no está en absoluto lejano a nuestra realidad, Fraude: México 2006 de Luis Mandoki, que narra el presunto fraude que se realizó en las elecciones presidenciales pasadas en México y que vale ver para comprender la dimensión de los hechos.
Hablar con nuestros hijos sobre los problemas que nos aquejan como sociedad, desestructurarlos y entenderlos muy probablemente nos ayudará, con el tiempo, a ser un pueblo más sano, más consciente, menos acarreado y servil. No importa si no “creemos” en lo que vemos, no importa si son posturas de izquierda o de derecha, importa reflexionar y tener una consciencia propia sobre lo acontecido para que nuestra historia no siga siendo construida en base a justificaciones.
El niño sacó diez, ojalá a nosotros nos vaya tan bien reconstruyendo nuestra historia y transformándola.