Lo más curioso es que lo he oído principalmente de la boca de otras mujeres, quienes seguro desconocen el concepto y por lo tanto no comprenden la importancia de dicha ley. Estas mujeres con tintes conservadores buscan mantener el statu quo y no creen que deba existir en nuestra legislación una ley que trate específicamente el tema de violencia contra la mujer, ya que existen leyes que penalizan la violencia general. Sin embargo, varios estudios sociológicos y antropológicos han determinado que el femicidio no se puede catalogar como un asesinato común, pues conlleva varias características que lo hacen único. El femicidio es un crimen de odio perpetrado en contra de la mujer por el simple hecho de ser mujer.
La violencia contra la mujer ha aumentado en forma significativa en los últimos años, especialmente la cantidad de femicidios, en 2010 se reportaron 685 casos comparados con los 210 reportados en el 2003. Guatemala junto a Honduras y México son los tres países más violentos de Latinoamérica en materia de la mujer. En Honduras todos los días una mujer es asesinada y desde el golpe de Estado en 2009, los femicidios se han incrementado en 257%, mientras que en México desde 2006 los femicidios han incrementado en un 40%. Debido a estas alarmantes cifras, la Iniciativa de las Mujeres del Premio Nobel y la asociación JASS ( Just Asociates) realizaron un informe sobre estos tres países para exponer esta grave situación. Ambas organizaciones abogan por la justicia y el respeto a los derechos de la mujer con el objetivo de combatir la violencia contra la mujer y la discriminación. Estas organizaciones enviaron un grupo de expertas a los tres países y recabar información sobre la violencia en contra de la mujer. El grupo estaba conformado por activistas de derechos humanos, expertas en creación de políticas públicas, dirigentes de organizaciones promujer, sociólogas y psicólogas entre otras.
El grupo tuvo la oportunidad de entrevistar a varios grupos de mujeres en los tres países desde activistas hasta sobrevivientes de dicha violencia, también se reunieron con miembros de la administración pública, entre ellos, el Presidente Otto Pérez Molina, Presidente Porfirio Lobo y la Fiscal General de México, Marisela Morales, y los tres estuvieron de acuerdo con la gravedad de situación. Sin embargo, los resultados que encontraron son devastadores ya que en los tres países las mujeres viven violencia y discriminación sistemática.
Las causas del incremento de violencia en contra de las mujeres son de índole política, económica y social como por ejemplo la pobreza, la discriminación y el analfabetismo. Sin embargo, el grupo de investigación descubrió que las causas principales son políticas, y estas se deben a la falta de iniciativa y voluntad política de los gobernantes. Entre estas las más relevantes están: el incremento de las fuerzas militares y policiales en asuntos civiles, la corrupción dentro de los sistemas judiciales y el constante abuso en contra de activistas de derechos humanos.
Los tres países han incrementado el número de militares debido a la lucha contra el crimen organizado y la supuesta guerra contra las drogas, esto ha resultado en destacamentos militares en los pueblos y las ciudades que abusan de su poder. La mayoría de los testimonios señalaron a las fuerzas del Estado como los principales victimarios y responsables por perpetuar una cultura de reproche y machismo en contra de las víctimas.
Cuando las mujeres desean denunciar estos abusos se encuentran con un pobre sistema judicial plagado de corrupción, en donde la mayoría de casos no son investigados o las victimas son humilladas por su denuncia. La última causa es la más preocupante: el constante ataque y abuso en contra de los defensores de los derechos de la mujer. Es decir que todas aquellas personas que luchan a favor de la mujer son castigadas , entre estas están miembros de la comunidad LGBT, grupos a favor de los derechos reproductivos de la mujer, líderes a favor de los derechos laborales de la mujer y madres exigiendo justicia para los desaparecidos entre otras. En la gran mayoría de los casos, las dirigentes de estos movimientos han sido víctimas de violaciones y han escogido ser defensoras.
Es importante proteger a estas defensoras, ya que sin ellas todas las mujeres de estos países somos vulnerables al abuso. La manera de proteger y apoyar a estas valientes mujeres es denunciar los abusos y apoyar los esfuerzos que realizan día a día. Invito a todas aquellas mujeres que creen que no existe el femicidio a que consideren cómo con sus palabras peligra la vida de muchas.