¿Cuándo empezaremos el debate sobre el aborto?

Recientemente, el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, apoyó públicamente el matrimonio homosexual.

Nunca antes, un presidente de los Estados Unidos se había declarado públicamente a favor del tema y sin lugar a dudas, esta declaración significa un paso histórico en la lucha del reconocimiento de los derechos civiles de las y los estadounidenses.

En Guatemala, estamos a años luz de abordar este tipo de temáticas y realidades. Pareciera que vivimos todavía en un siglo donde hablar de temas controversiales en los medios de comunicación o a nivel político es políticamente incorrecto o censurado por la Iglesia y otros poderes con mucho peso en la sociedad.

Tal es el caso del aborto, un tema que no se aborda, no se discute, no hay debate, pese a que es una realidad, especialmente en un país donde la mayoría de la población es joven.  Según estudios sobre la temática, se estima que de los 20 millones de abortos inseguros, clandestinos o ilegales que se practican a nivel mundial al año, al menos una cuarta parte corresponde a adolescentes de  15 a 19 años; el 79 por ciento de las jóvenes que residen en zonas urbanas afirman haber experimentado al menos un aborto durante su vida y son precisamente ellas quienes tienen menos probabilidades de sobrevivir a uno, especialmente cuando es autoinducido.

El aborto en Guatemala no está legalizado y es penalizado por la ley, según los artículos 133-140 del Código Penal, decreto numero 17-73. Debido a estas restricciones legales, estos procedimientos se realizan clandestinamente y se practican por personas que no tienen los conocimientos y habilidades necesarios, en ambientes insalubres y sin estándares médicos.

Según estimaciones, 59% de los abortos realizados en el país causan complicaciones que requieren tratamiento médico.  A nivel nacional, se estima que ocurren 24 abortos por 1,000 mujeres en edad reproductiva, pero no se cuenta con estimaciones específicas de las tasas en adolescentes y mujeres jóvenes. El aborto se encuentra entre las principales causas de mortalidad materna. 

Pese a que el aborto no es legal en Guatemala, es una realidad en la vida de muchas mujeres, especialmente adolescentes y jóvenes, lo que evidencia la importancia y la urgencia de la educación sexual, así como la necesidad  impostergable  de una reflexión profunda sobre las causas y consecuencias del aborto en donde la salud y el bienestar físico y emocional de la persona priven sobre arbitrariedades, ideas y  dogmas religiosos, machistas y conservadores. 

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