Constructores de ciudadanía

Debemos tener presente que todos buscamos la justicia y que esta no es algo abstracto.

En Guatemala hemos avanzado en un marco legal que ha venido actualizándose de acuerdo a las necesidades de la población, con el objetivo de garantizar la armonía, la convivencia pacífica y con ello poder alcanzar el desarrollo integral que todos aspiramos. Por ello mismo, necesitamos garantizar que desde pequeños nuestros padres o tutores y en los centros educativos se nos enseñe que hay limites, que hay conductas que son permitidas y otras no, que tenemos derechos pero también responsabilidades.

Esta parte se hace muy difícil en Guatemala, porque las prácticas de tráfico de influencias, corrupción e impunidad han generado desigualdad en el momento de aplicar las leyes. Y aunque hemos avanzado aun existen personas que consideran que son inmunes a la justicia, y hoy por hoy en Guatemala ya no es así, y lo debemos tener presente tanto ciudadanos como instituciones. Y ser muy cuidadosos en no cometer las malas prácticas o actos de injusticia que estamos tratando de erradicar. Muchas veces queremos ir por el camino más fácil, por ejemplo es más fácil la castración de los violadores, que darle vida a políticas públicas de corto, mediano y largo plazo. Tengamos presente que este delito se comete principalmente dentro del hogar, tendríamos que castrar a muchos “padres”, “abuelos”, “tíos” etc. Como sugerir reducir la mayoría de edad para condenar a los adolescentes como adultos, en lugar de que los adultos asumamos una maternidad y paternidad responsable, educando a nuestros hijos para que sean respetuosos de los derechos de los demás. Que estén informados de que si quebrantan las leyes, y son menores de edad deberán responder ante la justicia, y sus padres también porque están bajo su custodia y son responsables de sus actos.

En general, los adultos debemos revisar nuestras actuaciones, con el ánimo de ser mejores personas, mejores ciudadanos, tanto en el ámbito privado como público. No podemos continuar cometiendo errores que vulneran la familia que es la base de la sociedad, (y me refiero a un concepto más amplio, no solo papá, mamá e hijos, porque en Guatemala abundan las familias integradas solo por mamá e hijos y en algunos casos papá e hijos). Si la familia está mal, la sociedad está mal, porque lo que somos como personas, nos hace buenos o malos ciudadanos.

No olvidemos que los adultos somos un referente para los jóvenes, para bien o para mal. Así que mejor seámoslo para bien. Enseñemos con el ejemplo, siendo respetuosos, participativos, priorizando el diálogo por encima de la violencia, la justicia por encima de “ojo por ojo y diente por diente”, trabajando para alcanzar nuestras aspiraciones, diciendo no al dinero fácil. Respetando la vida y no quitándola, enseñemos y demos las herramientas para construir un futuro de felicidad y prosperidad. De ahí, que personas como Ricardo Arjona, Gaby Moreno y otros guatemaltecos (as) más, son hoy por hoy un ejemplo o referente positivo para muchos jóvenes.

Puede haber personas que piensen diferente, y eso se vale; podemos plantear nuestras diferencias de forma respetuosa, con la verdad. Y en este marco de ideas, aclaro que nunca he sido fuente de información de nadie en relación a los señalamientos emitidos en contra del pueblo de Suecia y su embajada en Guatemala, para quienes guardo un gran aprecio, y reconocimiento, y reitero mi solidaridad hacia ellos.

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