Cuando enarbolamos la bandera de la modernidad (en nuestra fantasía), salimos a plantear una apertura de comercio e inversión, negociando a lo multilateral y regional una serie de detalles cuantitativos entre aranceles y cuotas que ya eran temas superados. Mientras nos especializábamos gloriosamente en ese tema, el resto del planeta o al menos la mayoría ya había trascendido a negociar y fijar las normas y estándares del comercio internacional, marcándonos la cancha mientras perseguíamos la primera de muchas bombas.
Luego, el orden económico siguió acomodándose al comercio de los servicios y a los aspectos de propiedad intelectual, nosotros destrabando el concepto para actualizarnos y pensando en cámara lenta cómo lo perseguíamos. Ahora con todo y nuestra tristeza, a la zaga de la economía mundial, discutiendo sobre un Proyecto de Ley para generar empleo y atraer inversión (la nueva Ley de Zonas Francas); que deberíamos considerar que no tenemos tiempo para discutir a detalle, este año debemos tener esta Ley o algo parecido porque de lo contrario el escaso dinamismo de la economía truena, se pierden y se dejan de crear empleos, al mismo tiempo la patética recaudación tributaria no mejorará solo a partir de apretarle el pescuezo al Proyecto.
Lo que hay que discutir a profundidad es el modelo de desarrollo que queremos para el País; si el diseño de Políticas Públicas fuera óptimo, de todas formas la ejecución de las mismas es nula, cuando el equilibrio geopolítico del mundo pasa por la reserva y generación de energía; o por la capacidad de producir alimentos, nosotros desperdiciamos las ventajas comparativas que tenemos en estos campos y nos hundimos cada vez más en la dependencia de combustibles importados y la veleidad de los precios de mercados de exportación para bienes de demanda inelástica.
Los roles en el teatro mundial están cambiando. En los siguientes años, China será el principal consumidor de energía (petróleo y gas) mientras Estados Unidos será el primer productor. Dada la crisis por degradación de los suelos en Europa, Norteamérica y Asia, algunos países están invirtiendo en la compra de tierras en América Latina, ¿En dónde estaremos nosotros en términos de generación de energía y balance en el abasto de alimentos?
Cuando inicié escribiendo en este medio, si no recuerdo mal la primera columna se llamó “Jugando comiditas” y se refería a la forma como se negociaban y administraban los instrumentos de Política Comercial, las cosas no han cambiado y viendo más atrás no lo han hecho en dos décadas. Hay que actualizarse, hay que trabajar por un equilibrio en el aparato productivo que nos dé una competitividad legítima, hay que discutir el modelo de desarrollo y los ajustes que deben hacerse. La discusión sobre si Ley sí o si Ley no, no caben en este momento, los plazos y la cancha están marcados y la Ley de Atracción de Inversiones y Generación de Empleo (o como le quieran llamar) hay que aprobarla, porque no tenemos nada preparado hoy para sustituir el modelo. Luego hay que conversar de este modelo; y muy en serio.