Zacapa: Oasis de cultura

Para mejor darme a entender referiré el contexto que me motivó a llamar a Zacapa «Oasis de cultura».

El año 2019, pocos meses antes de iniciar la pandemia de COVID-19, la Dirección de Sistema Universitario de la Universidad Rafael Landívar decidió, muy acertadamente, que la sesión mensual de Directores de Campus y Sedes fuera una por vez, en las diferentes presencias que hay a lo largo y ancho del país. Ello nos permitiría conocer las buenas prácticas de cada territorio e intercambiar experiencias que pudieran servirnos como retroalimentación. La pandemia solo nos permitió realizar dos (Huehuetenango y Quetzaltenango), pero ya vacunados y retornados a nuestras labores presenciales, entre el 5 y 7 de los corrientes estuvimos en el Campus San Luis Gonzaga, S.J., situado en la Aldea Manzanotes del Municipio de Zacapa.

La muy famosa Asociación Zacapaneca de Contadores de Cuentos y Anécdotas (AZCCA) tiene como Presidenta a la Licenciada en Pedagogía Vilma Elizabeth Sánchez Solís

La tarde del martes 5, por medio de una asertiva gestión del Director del Campus, el Ingeniero Agrónomo Eugenio Torres, compartimos con personalidades conocidas para quienes estamos inmersos en algunas faenas literarias de nuestro país, pero no habíamos ahondado en la dimensión cultural de las asociaciones que representan. Así, mayúscula sorpresa fue para mí enterarme que la muy famosa Asociación Zacapaneca de Contadores de Cuentos y Anécdotas (AZCCA) tiene como Presidenta a la Licenciada en Pedagogía Vilma Elizabeth Sánchez Solís, la primera mujer en dirigirla. Dicho sea, la agrupación es conocida dentro y fuera de Guatemala. Su intervención fue la de una académica para la academia. Su discurso (que aceptamos con mucha humildad) nos acicateó con relación a la necesidad de fomentar la oratoria en las carreras humanísticas y sociales. Entre otros argumentos esgrimió: «Nos han quitado la posibilidad de adquirir destrezas y capacidad de expresión cuando ya no se fomenta ni estimula la oratoria que en las carreras humanísticas es tan necesaria». También arguyó referente a la utilidad de esas destrezas en los futuros abogados. Y sin duda alguna, devenida de su experiencia como académica durante la pandemia nos compartió: «Se ha demostrado que la creatividad y el compromiso cultural mejoran la salud mental y física, ya que la participación en las artes puede aliviar el aislamiento, promover la formación de identidad y el entendimiento intercultural y cohesión social». 

Concluida la participación de Vilma Elizabeth fue el turno de Jorge Filiberto Pinto Marín. Ni qué decirlo, a Jorge lo conocíamos porque es egresado de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Rafael Landívar y docente en la Carrera de Administración de Empresas en el Campus de Zacapa. Pero pocos sabían de su veta literaria. Reproduzco aquí un texto del poema Un minuto de silencio por Xamán, de su poemario De mi puño y letra. Edición propia. Doy fe que el libro se publicó el año 2000 en Estanzuela, Zacapa. No obstante, ¿puede decirse acaso que no es vigente? Leamos ese texto: «La paz no se construye con sangre y fuego /os lo aseguro. La paz se funde con diálogos de cemento y agua, /se edifica con andamios de progreso, /se levanta con columnas vertebrales dispuestas. /Albañiles y “chuneros” / tendrán que trabajar hombro con hombro / uniendo fuerzas y voluntades. / La paz no se construye con balas, / ni en mesa de discusiones donde se sientan / hombres de cuello blanco a tomar café. / La paz se amasa con maíz y trigo / porque antes de firmar acuerdos de papel, / hay que saciar estómagos hambrientos».

A guisa de miembro de AZCCA, poco a poco fue dándole a su discurso la tesitura de los contadores de cuentos y anécdotas. Así, habida cuenta de que los cuentos, chistes y anécdotas ya solo se narran en los velorios —según dice—, nos invitó a participar en una velada a corto plazo. Él se ofreció participar como cuenta cuentos y nosotros habríamos de poner el muerto.

Solemne y monumental fue la intervención del conjunto de marimba La Trapichera, de la Escuela Municipal de Música de Río Hondo, Zacapa

Solemne y monumental fue la intervención del conjunto de marimba La Trapichera, de la Escuela Municipal de Música de Río Hondo, Zacapa. Jóvenes de ambos sexos dirigidos por el profesor German Daniel Cortéz. Tienen en su repertorio ¡más de 190 piezas musicales! Se dieron el lujo de tocar para nosotros una pieza musical por cada departamento de donde proveníamos. Según nos indicó el Ingeniero Franklin Castañeda, encargado de la sección cultural de la municipalidad, estos jóvenes han viajado por varios estados de Estados Unidos de América y tienen una agenda repleta de compromisos para este 2022.

¿Qué más se puede pedir? Fueron lecciones del arte popular para la academia. Nos resta decir: ¡muchas gracias!

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