Inocentemente pensé que trataría sobre los avances científicos en genética, especialmente en lo relacionado con el genoma humano. Al ver dicho video me di cuenta que era más bien propaganda anti-científica, en el sentido que buscaba desacreditar la teoría de la evolución biológica por medio del concepto insignia del creacionismo moderno denominado “diseño inteligente” y que los conservadores pretenden incluir en el pensum de estudios de los EE.UU. como “otra posible explicación” sobre la diversidad y el origen de la vida en el planeta.
Las bibliotecas públicas en Ohio complementan un poco sus ingresos con la venta de libros usados que donan los amigos de cada biblioteca, así que siempre estoy pendiente de aquellos interesantes que tienen disponibles por sólo un dólar. Encontré uno titulado “The Origin of Species, 150th Anniversary Edition” de Charles Darwin. No dudé en comprarlo debido a que en 2009 se celebraron tanto los 150 años de esa publicación revolucionaria en las ciencias y para la cosmovisión Occidental, así como los 200 años del nacimiento del mismo Darwin. Sin embargo, me pasó desapercibida la nota en portada: “Special Introduction by Ray Comfort”. No tenía ni idea de quién es él.
Al ver que decía la “introducción especial”, ya en las primeras citas el texto empieza a parecerme algo sospechoso. En realidad, se trata de 54 páginas que intentan cuestionar el planteamiento original de Darwin, ignorando los refinamientos hechos a la teoría desde entonces, y con acusaciones sin sentido como decir que Hitler fue uno de sus estudiantes más famosos porque llevó sus “implicaciones filosóficas” hasta las últimas consecuencias. Investigo entonces sobre el autor y resulta que es un activista religioso que intenta argumentar que los jóvenes tienen derecho a conocer diversos puntos de vista sobre cualquier problema y, por lo tanto, deben ser expuestos en igualdad de condiciones a “explicaciones alternativas”, como si la evolución biológica fuera asunto de simple opinión o creencia.
Como dijo Christopher Hitchens, quienes se oponen al proceso de la evolución por medio de selección natural aduciendo que simplemente se trata de “una teoría” solo muestran su ignorancia, pues la evolución es verdad, no porque lo digan los científicos o sea algo necesario para la cosmovisión de los no-creyentes, en palabras de Steven Pinker, sino porque la evidencia a su favor es abrumadora. Richard Dawkins añade que la ignorancia no es un crimen, pero puede superarse con la lectura de publicaciones científicas, que presentan estudios sometidos a evaluaciones rigurosas que descartan las hipótesis sin sustento empírico –lo cual presupone que son falsables.[1]
Jerry Coyne (2009), en su libro “Why Evolution is True”, afirma que la evidencia sobre la evolución es abundante y diversa, pues en la actualidad no se limita a la paleontología y a la geología, sino que incluye disciplinas como la genética, la anatomía y la biología molecular. Se trata de una teoría científica, no simple especulación, que documenta extensamente un conjunto de principios que explican cómo y por qué ocurre la evolución. Además, es evaluable y hace predicciones verificables.
La moraleja de todo esto es que no basta con leer un libro, pues se ha escrito de todo. Hay trabajos que nos conducen a una mejor comprensión del mundo que nos rodea, pero también hay escritos que tras la apariencia de rigurosidad científica se constituyen en una defensa del orden pre-moderno, es decir, uno dominado por las supersticiones. Así que algunos libros nos transmiten conocimiento que libera, mientras que hay otros que nos mantienen en la esclavitud de la ignorancia.
[1] Falsable, según la RAE: “Dicho de una proposición: Que puede ponerse a prueba y ser desmentida por los hechos o por un experimento adverso.”