Electricidad y regulación

Demuestren que la regulación puede funcionar y hagan que funcione la que hoy ya existe en el mercado eléctrico guatemalteco país. Si logran que este mercado funcione mejor, entonces lo más seguro es que una ley de competencia sí logre funcionar como esperan; de lo contrario, será otra ley inútil.

En Guatemala tenemos un flujo relativamente constante de electricidad. Eso no es gracias a algo que la Ley de Electricidad haga bien, sino es gracias a algo que no estorba: el surgimiento de empresas rentables. Donde se aprecia el problema de la Ley de Electricidad es en su incapacidad para lograr precios más competitivos para el país.

No podemos industrializarnos y generar empleo si aquí el precio del kilowatt hora puede llegar a $0.31, mientras que uno encuentra que en Nicaragua el precio es $0.19; y Honduras lo tiene aún más bajo a $0.13. Es más, en México es $0.11, Colombia es $0.09, en Vietnam es $0.08 y en China el precio llega a $0.05. Muchos menos si nos comparamos con West Virginia o Alabama, con precios entre $0.03 y $0.05.

El mercado eléctrico ya tiene ley y ya tiene regulador. Así que debiera ser mucho más fácil el lograr mostrar resultados, pues no se necesitaría pasar por el Congreso para demostrar avances importantes en un tema vital para la población.

En este caso, no estoy hablando del establecimiento de precios tope como el mecanismo de control del mercado eléctrico. Ese mecanismo ha demostrado ser inadecuado en muchas instancias. De lo que estoy hablando es que la ley funcione atrayendo inversión, evitando la colusión de los actores y revisando que los actores efectivamente cumplan con la ley.

Doy tres ejemplos de por qué sospecho que la regulación no está funcionando, y que debiera ser parte de los intereses de los entusiastas de la regulación.

Primero, parece existir conflictos de interés en el funcionamiento del mercado. He sabido de grupo empresariales con vínculos en la generación, en la comercialización y que además son grandes usuarios. Luego, dada la estructura institucional de la ley, estos actores terminan representando a los usuarios. Pero obviamente no lo harán con la preocupación de lograr precios bajos para el consumidor, pues su interés es maximizar sus ganancias, lo cual pasará por elevados precios eléctricos.

Segundo, según la ley, los generadores deben comprometerse a presentar sus costos marginales y a estar siempre dispuestos a proveer energía. He oído argumentos que esperan que el regulador confíe en los costos marginales presentados por los generadores, quienes no desean ser auditados. Esto debe cambiarse. Asimismo, he visto la información con los desperfectos de la maquinaria y me quedan sospechas si no debieran también realizarse auditorías al respecto.

Tercero, me queda dudas sobre la reciente licitación en el mercado eléctrico. No sé si estamos buscando minimizar el costo de la energía o asignar segmentos de mercado a distintos grupos empresariales.

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