Cruzada contra el hambre y maíz transgénico

En general en las noticias se presentaron los cinco ejes de esta iniciativa, que son, en síntesis: cero hambre, eliminación de la desnutrición infantil, aumento de producción de alimentos, reducción de las pérdidas post cosecha e impulso a la participación comunitaria para erradicar el hambre. Y se menciona también que para que funcione la estrategia hay que lograr una amplia convocatoria social, organizar bancos de alimentos y de donación, establecer un fondo de trabajo solidario para quienes quieran participar y trabajar con especialistas en alimentación.

Cuando leí lo anterior me generó más que nada dudas y sobre todo una: ¿cómo le van a hacer? Me fui directo al decreto publicado en el Diario  Oficial de la Federación, a ver si ahí encontraba respuestas, pero me quedé más o menos en las mismas. Habla de las comisiones y consejos que se van a formar, de que las dependencias “realizarán las acciones necesarias para el cumplimiento del presente Decreto”, etc. Lo único concreto que encontré fue la lista de los 400 municipios que se van a atender pero no me quedó claro por qué esos sí y otros no. Pueden leerlo y por favor, si sacan algo más en claro que yo, me avisan. Lo que yo quisiera saber es qué acciones van a realizar, así, bien concretitas. Mientras eso no se sepa, como que suena medio demagógico el asunto. Pero bueno, tal vez me estoy adelantando y todo eso nos lo informarán más adelante, una vez que se definan y realicen las acciones concretas. Démosles el beneficio de la duda.

Una de las cosas que más me llamó la atención es eso de que hablen de donaciones, bancos de alimentos y trabajo solidario, pero afirmen que no es un programa asistencialista. ¿Será que la idea es dar primero de comer por ser una situación de emergencia, y después tomar medidas para aumentar la producción? Bueno, puede ser… ¡así de mal estamos! Sólo espero que los recursos no se vayan en darle de comer a los integrantes de los consejos y comisiones cuando se reúnan…

Después de revisar el decreto, decidí buscar a quienes según yo sabe de estos temas y llamé a la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA), que me parece una organización seria, pues se caracteriza por tener propuestas concretas, trabajadas en conjunto entre especialistas académicos y campesinos.  Me encontré con que estaban haciendo un plantón y ayuno colectivo frente al Ángel, contra la siembra de maíz transgénico.

Ya en diciembre escribí mi opinión al respecto, (aquí está) así que no voy a repetirla, más bien comparto lo que hablé con Alberto Gómez, uno de los dirigentes de UNORCA, que es además coordinador de Vía Campesina Norteamérica.

Me comentó que sus demandas son: la prohibición definitiva de todo tipo de cultivo de maíz transgénico en México, y que se deroguen la Ley de Producción, Certificación y Comercio de Semillas y la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados. Que estaban en plantón desde el 23 de enero y que lo levantarían el jueves 31 –o sea ayer– después de la marcha a la que estaban convocando junto con otras organizaciones. Y que de aquí se van a regresar a las regiones a iniciar una recolección de firmas (aquí está el link para quien quiera firmar). “Se necesitan 110 mil para presentar a la Cámara de Diputados la demanda de revocación de las leyes que mencioné”, me dijo.  Me dio una copia de la carta que entregaron el martes 29 en Los Pinos dirigida a Peña Nieto (aquí está en línea).

donde presentan sus demandas y me comentó que tienen el apoyo de varios diputados de diferentes partidos, además de diversas organizaciones nacionales e internacionales. Me pasó también dos documentos en los que plantean sus argumentos contra la siembra de maíz transgénico, éste, en el que citan fuentes de instituciones científicas que los sustentan y éste otro, en el que se refieren concretamente a la situación actual en México. Me comentó que las leyes mencionadas “abren la puerta a un proceso de privatización de las semillas nativas y a que la práctica milenaria de seleccionar y mezclar semillas sea criminalizada”. Y que al permitirse la siembra de millones de hectáreas de maíz transgénico, se inicia “una ruta de agricultura industrial que está demostrado por estudios que ocasiona más del 50% de las emisiones que afectan el cambio climático, además de un acaparamiento de tierras que implicaría el desplazamiento de población indígena y campesina, eso no soluciona el hambre”, dijo.

Y entonces hice la pregunta que pensaba hacerle inicialmente (antes de saber lo del plantón): “Entonces, según ustedes ¿qué sí soluciona el hambre y qué opinan sobre la cruzada?” Y me respondió: “La ruta es la agricultura campesina sustentable que se está avanzando en varias regiones, agricultura ecológica, capaz de producir los alimentos que requiere el pueblo de México, la cantidad y calidad que se requiere. Para que haya soberanía alimentaria se necesitan políticas que fomenten y protejan la agricultura campesina, no un modelo de máxima ganancia o una hegemonía empresarial. Esa agricultura campesina tiene forzosamente que basarse en las semillas criollas, nativas. Se requiere un sistema de precios que permita a los productores de alimentos recuperen costos y salarios dignos a los trabajadores agrícolas. Que en lugar de invertir grandes cantidades en importar alimentos (ya casi el 50% viene de fuera), haya inversión interna para fomentar la agricultura”.

Me contó que la UNORCA ha impulsado en los últimos años un programa nacional alimentario que busca recuperar la soberanía alimentaria y me pasó el link a otro documento (aquí está) en el que lo explican brevemente y además se refieren a la cruzada contra el hambre. Entre otras cosas,  el documento dice que su propuesta se basa en la participación de las propias comunidades, la capacitación de promotores que éstas seleccionan y los esquemas de transferencia tecnológica que definen. “Es un programa de reorganización campesina para la producción social de alimentos a nivel de grupos de trabajo o comunitarios enfocados en la producción, distribución y consumo para desde ahí solucionar nuestros problemas de acceso a los alimentos”, afirma el documento.

Y sobre la cruzada contra el hambre dice: “… más allá del revuelo propagandístico, y hasta que no se nos demuestre en los hechos lo contrario, no representa nada nuevo, es sólo la promoción uniforme y coordinada de los mismos programas asistencialistas que ya demostraron su incapacidad frente al reto de reducir la pobreza y acabar con el hambre”.

Coincidimos entonces en que habrá que esperar a que se demuestre en los hechos.

A última hora, (cuando estaba terminando de escribir este texto), me encontré con que acababan de subir el discurso leído por el coordinador nacional de UNORCA en la manifestación y un boletín. Ya entrados en gastos y si les interesa, aquí y aquí están.

* Publicado originalmente en Animal Político, 1 de febrero

http://www.animalpolitico.com/blogueros-codices-geek/2013/02/01/cruzada-contra-el-hambre-y-maiz-transgenico/

 

 

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