El factor TV: ¿Por qué Luis Rabbé presidirá el Congreso?

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En poco más de una semana el Congreso de la República ha pasado, de casi un abordaje del partido Libertad Democrática Renovada (Lider) para tomar la Junta Directiva, a un regreso a los cauces normales del Legislativo tutelado por el Partido Patriota (PP). En ambos casos el factor decisivo en votos fue un tercero en disputa en las próximas elecciones: la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y un poder aglutinador de los intereses de todos los partidos, el monopolio de la televisión nacional controlado por Ángel González, con su cuñado el diputado Luis Rabbé como testaferro en el terreno político.

El martes 21 de octubre, entre grupos de choque enviados para impedir el inicio de sesiones en el Congreso, el PP mostró su rostro más intransigente. Sabía que lo que los opositores cocinaban una alianza que incluía a Líder, UNE, Creo y Todos, para despojarlo de la Presidencia de la Junta Directiva, y luego de puestos claves en las comisiones de Finanzas y Comunicaciones del próximo año. El plan, fraguado desde Lider, era arrinconar al PP en su último año de gobierno y condicionarle todo espacio para obtener recursos.

Era una maniobra arriesgada, y en la filas de la bancada roja admiten que dependía de un factor externo, de un liderazgo que despertara menos desconfianza de la que ellos mismos generan por su volatilidad. El personaje en cuestión no era otro que Roberto Alejos, el expresidente del Congreso durante tres años del gobierno de la Une, y que cercenó buena parte de esta bancada para forma su propio bloque político, el partido Todos.

El reencuentro UNE, Todos y Líder (el cual también parte de una escisión de la UNE) era una reconciliación pasajera, un encuentro casual que daría celos al despechado Partido Patriota forzado ahora a ceder espacios o perder su influencia en el Congreso.

De reencuentros y alianzas pasajeras

El lunes 27 de octubre en el Hotel Barceló, Sandra Torres, la precandidata de la UNE,  exponía en una conferencia magistral de la Fundación Friedrich Ebert su análisis de la situación política y social de país. Era también un espacio para proyectarse como una lideresa nacional y exhibir sus apoyos.

La mayoría de los 18 diputados de su bancada en el Congreso se dieron cita al evento, exministros de Estado del gobierno de Álvaro Colom y el mismo ex mandatario en primera fila, asistieron al evento. Minutos antes de empezar la conferencia, y como en los viejos tiempos del gobierno de la UNE, Gustavo Alejos, exsecretario privado de la Presidencia, hermano de Roberto Alejos, y uno de los principales financistas del partido se hizo presente. Amores fugaces, amores interesados.

Como en la época del gobierno de la UNE, Gustavo Alejos, se sentó a la diestra del expresidente Colom para escuchar el discurso de Torres. Una asistencia y apoyo que solo se pudo producir, meses después de que Gustavo Alejos cancelara la mayor parte de una deuda de alrededor de Q30 millones en publicidad y propaganda que la UNE arrastraba con los canales de televisión de Ángel González desde la campaña pasada. En la política guatemalteca a nivel nacional todos los caminos conducen al denominado “Ángel de la democracia”.

En la política guatemalteca a nivel nacional todos los caminos conducen al denominado “Ángel de la democracia”.

Al finalizar su discurso en la conferencia, Sandra Torres se refirió a la alianza entre el Partido Patriota y Lider en el Congreso para la elección de la Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones.  Y la denunció en duros términos como “un intento de controlar la justicia”. Cuatro días más tarde los votos de su bancada fueron decisivos para que el PP mantenga influencia en la Junta Directiva del Congreso durante su último año de gobiero.

El día siguiente, martes 28, las aspiraciones de Lider de darle un duro golpe al PP en el Congreso estaban intactas. Los sacos y vestidos negros,  las corbatas y accesorios rojos de los diputados de Lider, disciplinados, se hicieron presentes en el hemiciclo. La bancada de Todos (11 votos) estaba en su lugar; también Lider (52 y la UNE (18). Solo faltaba Creo, pero poseían los suficientes votos (requerían 80) para elegir una Junta Directiva afín al partido de Manuel Baldizón.

El presidente del Congreso, Arístides Crespo, quemó su último cartucho. Aunque había quorum para sesionar decide levantar la misma por la falta de al menos dos secretarios de Junta Directiva. Los ausentes Pedro Gálvez, del PRI (aliado en esta legislatura del PP), Regina Guzmán y Aleksander Castillo del PP y, claro, Alfredo Rabbé, hermano del ahora presidente elegido  del Congreso, Luis Rabbé.

“Presidente Alejos en funciones”

La ruptura del convenio Lider, UNE, Todos y Creo, tiene varias aristas. Un congresista de Creo que participó en las negociaciones apunta la primera desconfianza. “Habíamos acordado un puesto en Junta Directiva para Creo, y Roberto Alejos encontró la forma de sacarnos de ella, ni siquiera había llegado al puesto y ya nos estaba jugando sucio”, aseguró el diputado.

Aspecto también comentado de manera velada por Sandra Torres en un comunicado oficial, titulado No negociamos a espaldas de nadie, luego de que se eligiera la nueva junta directiva: “a pesar de que la mayoría de los partidos actuábamos de buena fe, dos de las organizaciones y sus dirigentes (en alusión a Roberto Alejos y Manuel Baldizón) no lo hicieron y realizaron componendas a las espaldas de los otros partidos que integrábamos el esfuerzo. Esto con el fin de obtener una mayoría que les permitiera quedarse, en el corto o mediano plazo, con la mayoría de cargos de Junta Directiva y otras posiciones clave”, expuso.

Pero más allá de esto un factor despuntó y supuso un punto de inflexión.

Uno de los diputados del PP que logró enderezar las negociaciones lo expone en dos platos: “En año electoral el Congreso está paralizado porque todos los diputados andan en campaña, en año electoral nadie puede sobrevivir políticamente sin respaldo en los canales de televisión abierta de Ángel González, entonces fue claro que para unir a UNE, Creo, PP y Todos, solo se podía tener a un personaje afín a González y ese es Rabbé”. El congresista admite que Luis Rabbé es un personaje desdibujado y que no llevaría mayor gobernabilidad al Legislativo, pero que tiene un padrino imprescindible para cualquier político. Y que este patronazgo de la televisión abierta es suficiente.

El  diputado de Creo, indignado contra Roberto Alejos por una supuesta traición, agrega que la designación de Rabbé tampoco molesta a Lider quien, de una u otra forma, deberá negociar con Ángel González el próximo año para recuperar protagonismo.

El martes mientras estas decisiones se tomaban la distracción mediática la protagonizaba el jefe de bloque de Líder, Ricardo Villate en el hemiciclo. “Para nosotros usted es el presidente Alejos en funciones, usted ocupara la presidencia del Congreso”, decía el diputado. “Si es necesario sesionar fuera del hemiciclo y hacerlo con un par de secretarios de Junta Directiva y Vicepresidencia para elegirlo, lo haremos”, repetía Villate.

“Si es necesario sesionar fuera del hemiciclo y hacerlo con un par de secretarios de Junta Directiva y Vicepresidencia para elegirlo, lo haremos”, repetía Villate.

Pero el pacto ya estaba sellado. La presidencia había sido entregada para el hombre que tutela el cañón, Luis Rabbé (como se refiere el diputado Mario Taracena al efecto propagandístico de la televisión abierta, en comparación con los medios escritos “una pistolita”), quien llevó como quinto secretario a Carlos Herrera de su misma agrupación, Mi País. De manera significativa la segunda vicepresidencia fue para Julio César López Villatoro, diputado de la UNE y hermano del operador político en las comisiones de postulación Roberto López Villatoro, y también para la UNE  queda una secretaría a cargo de César Fajardo. López Villatoro recordará después a los periodistas que su partido contó con un caudal político de más de 1 millón de votos en las pasadas elecciones y pese a eso se le marginó por tres años de Junta Directiva.

La vicepresidencia le fue asignada al oficialista Arístides Crespo, presidente saliente del Congreso y encargado de apagar fuegos, también suma el PP dos secretarías con Edgar Cristiani y Manuel García Chutá. Creo alcanza la tercera vicepresidencia con Selvin García.

La conformación final de esta Junta Directiva la decidieron Orlando Blanco, jefe de bloque de la UNE; Luis Rabbé del grupo Mi País,  y el presidente del Congreso, Arístides Crespo (PP) hacia el mediodía de este jueves en una reunión en la presidencia del Congreso. Mientras esto sucedía en los corredores del Palacio Legislativo, Roberto Alejos daba una apresurada conferencia de prensa. “Lamento que las bancadas que se habían reunido se alinearon al Ejecutivo en su estrategia de hundir al país y endeudarlo sin sentido, tratando de perpetuarse en el poder”, aseguró el todavía precandidato presidencial Roberto Alejos. Tras lo cual partió rodeado de sus hombres de corbatas moradas, con una excepción, la del hasta entonces jefe del bloque Todos, Carlos López, quien además  fue incluido como quinto secretario de Junta Directiva.

Tal vez, una traición más en este proceso, o una jugada para conservar presencia. Carlos López integra la Junta Directiva, y en la conferencia de prensa posterior a la elección el diputado explicó que su decisión fue “personal y pensando en mi país”.

Mi País, justo el nombre de la agrupación de Rabbé.

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