La política fiscal en Guatemala es uno de los temas más espinosos de tratar, debido a las condiciones que la rodean, especialmente cuando se habla de impuestos. Hoy, a través de este ensayo, damos continuidad al artículo anterior, ofreciendo al público lector información sobre los impuestos que, sin duda, será de gran ayuda para comprender el estado de la recaudación en Guatemala.
Ingresos o Impuestos
Guatemala es uno de los países más complicados cuando se habla de política fiscal. En el caso de los impuestos o ingresos, estos responden a una estructura tributaria regresiva, en donde imperan principalmente los impuestos indirectos con respecto a los impuestos directos. Esta situación no ha sufrido modificaciones a lo largo de los últimos 12 años.
Sin embargo, a partir de la crisis de la COVID-19 en 2020, los impuestos se incrementaron considerablemente, pero descansan principalmente en los impuestos al comercio exterior y al consumo, tal como se verá más adelante.
La estructura tributaria de Guatemala, se encuentra integrada de la siguiente forma:
La recaudación tributaria en Guatemala, la SAT la clasifica en impuestos internos y del comercio exterior, tal como se puede apreciar en el cuadro siguiente:
En Guatemala existen 37 impuestos dentro de la estructura tributaria del país, los que son indirectos responden tanto al consumo como al comercio
En el caso de los impuestos directos prácticamente existen tres, pero únicamente dos de ellos generan una recaudación importante, el impuesto al patrimonio recauda una cantidad bastante baja con relación al resto de impuestos.
Como se puede observar, muchos impuestos no consiguen recaudar ni siquiera un millardo, hecho por el cual aparecen en la tabla anterior con ingresos de 0, pero se redujo millardos para facilitar su inserción dentro del documento.
Para facilitar la comprensión de la estructura tributaria, se presenta una tabla que reduce a una selección de los impuestos que mayor recaudación generan dentro de esta.
Los datos del cuadro anterior muestran que seis impuestos recaudan arriba del 90 % del total de la recaudación en el país. Los impuestos seleccionados son el IVA de importaciones y de consumo, los derechos arancelarios, sobre la renta, solidaridad y distribución de petróleo.
Debemos conocer el nivel de recaudación que buscamos, y dentro de ello, qué estructura tributaria pretendemos, para entender realmente a qué tipo de sociedad aspiramos.
Como se puede observar también, de los 37 impuestos, únicamente seis recaudan el 90 % de los impuestos, lo que implica que los 31 impuestos restantes, únicamente recaudan el 10 % del total de la recaudación fiscal. Un dato que puede ser utilizado para plantear una simplificación de la estructura tributaria en términos de la cantidad de impuestos y sus respectivas recaudaciones.
La SAT utiliza una clasificación entre impuestos internos e impuestos relacionados con el comercio exterior; sin embargo, la tradicional clasificación de impuestos directos e indirectos es ilustrativa de la composición de la estructura tributaria, tal como se observa a continuación.
Como se observa en la tabla anterior, cuatro de los seis impuestos seleccionados son de tipo indirecto; es decir, son sujetos de trasladarse en la cadena de producción, distribución y consumo. Mientras que únicamente dos se refieren a impuestos directos a la riqueza o al ingreso.
En todo caso, la relación entre impuestos indirectos y directos, revela que el 59.7 % en el promedio en la serie de años, de los impuestos que recaudan el 90 % del total de la tributación constituyen impuestos indirectos; mientras que el 35.0 % del promedio de la serie de años, de los impuestos que generan el 90 % de la recaudación son de tipo directo.
En términos medioambientales, es evidente que dentro de la estructura tributaria no existe ningún impuesto destinado a captar recursos para retribuir a la naturaleza por los servicios ambientales, especialmente en lo que respecta al agua y al aire. Hoy en día, además de la necesidad de retribuir por estos servicios, destaca la importancia de contar con recursos para enfrentar la amenaza del cambio climático. Este aspecto se abordará con mayor detalle en una futura publicación.
Recordemos la premisa de conducta planteada en el primer artículo de esta serie: Debemos conocer el nivel de recaudación que buscamos, y dentro de ello, qué estructura tributaria pretendemos, para entender realmente a qué tipo de sociedad aspiramos.